A 20 años de los ataques contra las Torres Gemelas
Los ataques dejaron un saldo de casi tres mil víctimas fatales y a 20 años sigue fresco en la memoria del mundo
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Los ataques dejaron un saldo de casi tres mil víctimas fatales y a 20 años sigue fresco en la memoria del mundo
El atentado contra las Torres Gemelas, el más grande de los tres del 11-S y el que en cuestión de minutos convirtió a una parte de la ciudad de Nueva York en escombros y cenizas y dejó un saldo de casi tres mil víctimas fatales y un cuarto de millón de heridos, aún hoy, 20 años después, sigue fresco en la memoria y en el trauma de los sobrevivientes y de la sociedad estadounidense.
“¿Cómo se describe el sonido de un edificio de 110 pisos que desciende directamente sobre uno? Sonaba como lo que era: un maremoto ensordecedor de material de construcción cayendo sobre mi cabeza”, explicó Michael Wright algunos años atrás en una entrevista con el medio Esquire.
A mitad de mañana ese martes 11 de septiembre de 2001 el ambiente se espesó inmediatamente, el primer estallido fue un abrir y cerrar de ojos y la enorme manta de humo se pudo ver, incluso, desde el espacio.
Para Wright, un ejecutivo de cuentas que trabajaba en el piso 81 de la Torre Norte, era “una mañana mundana” y se disponía a ver clientes y hacer llamadas de ventas.
Cuando el vuelo 11 de American Airlines se estrelló con 92 personas a bordo entre los pisos 93 y 99 de la Torre Norte, Wright estaba haciendo chistes con sus compañeros porque su compañía había empezado a compartir el piso con el Banco de América. Minutos después, Wright corría por las escaleras para salvar su vida.
La torre Norte del World Trade Center (WTC), primer blanco de Al Qaeda ese día, se hizo escombros a las 10:28, tras estar en llamas durante poco más de una hora y 40 minutos.
Wright recién pudo dimensionar la gravedad cuando llegó a planta baja: “Vi cadáveres por todas partes, y ninguno estaba intacto. Mientras corría, la gente salía de otra escalera. Me detuve y grité: ‘¡No mires afuera!’ Las ventanas estaban manchadas de sangre. Alguien había saltado y caído muy cerca del edificio. Sentí como si la cabeza me fuera a estallar”.
La segunda colisión generó mayor desconcierto y un estruendo que se sintió como una estampida tan fuerte en las calles que hizo que quienes caminaban en las inmediaciones del WTC pensaran que podían morir aplastados.
El complejo tenía siete edificios, entre ellos, los dos más altos del mundo: la torre Norte con 411 metros y la Sur con 409; eran conocidas como las Torres Gemelas por su apariencia y entre los dos alojaban 376 empresas.
La Torre Sur fue embestida entre los pisos 77 y 85 por el vuelo 175 de United Airlines, que transportaba 65 personas. El ataque, que ocurrió apenas 15 minutos pasadas las 9, fue transmitido en directo a todo el mundo por cámaras de televisión que filmaban el área.
Al momento del primer estruendo, el agente de bolsa canadiense Ron DiFrancesco, que trabajaba en el piso 84 de la torre Sur, comenzó a bajar por las escaleras. No tuvo tiempo para sentir ni pensar.
“No logré escapar de la torre. Estaba en el sótano del WTC cuando cayó. Corrí hacia la salida y me noquearon. Los bomberos me rescataron y me llevaron al hospital”, reconstruyó Ron DiFrancesco, quien regresó a Canadá y ahora trabaja en una consultora que promueve organizaciones felices.
“Todos tenemos nuestras luchas, algunas más difíciles que otras. Estoy agradecido de estar vivo y contar mi historia con la esperanza de que ayude a otros”, agregó.
Imágenes por: Telam