VIVO247.com

Cada país del mundo tiene sus marcas predilectas y también muchas locales que seguramente en otras latitudes no conocemos. Pero hay un grupo de ellas que alcanzaron tal nivel de globalidad que sus nombres se pueden escuchar en cualquier continente y todos sabemos de qué estamos hablando. Un claro ejemplo de ello es Adidas.

La compañía alemana de indumentaria existe como tal desde 1949. Sin embargo, su historia había arrancado en la década del ’20 del siglo pasado, cuando los hermanos Adolph y Rudolph Dassler comenzaron con la confección de calzados bajo el nombre Gebrüder Dassler Schuhfabrik.

La relación con el deporte arrancó cuando, en los recordados Juegos Olímpicos de Berlín 1936, ficharon al atleta estadounidense Jesse Owens para usar sus zapatillas. El deportista ganó cuatro medallas en la competencia y la fama del calzado logró alcance mundial.

Pasó la época de la Segunda Guerra Mundial, la Alemania Nazi empezaba a quedar atrás, y la relación entre los hermanos Dassler se rompería. Así, en 1949, Adolph, a quien apodaban Adi, siguió por su cuenta y creó Adidas, combinando su sobrenombre con la primera sílaba de su apellido. ¿Qué hizo Rudolph, entonces? También se mantuvo en el rubro y fundó Ruda, que después cambiaría su nombre a… Puma. Las dos empresas siguen siendo competencia hasta el día de hoy.

Pero, ¿cómo mantuvo su popularidad Adidas durante tantas décadas y en tantas partes del mundo? La pregunta tiene varias respuestas.

Una de ellas está relacionada a su costo: si bien en Argentina se hace difícil aseverar que un producto Adidas es barato, la relación calidad – precio es excelente. Es por eso que deportistas de alto rendimiento siguen apostando por la marca.

Más allá del ámbito del deporte, la compañía alemana supo hacerse su lugar hacia otros rubros: la creación en al año 1969 del modelo Superstar dentro de la serie Adidas Originals le abrió paso a los mundos de la moda urbana, el arte y otras disciplinas como el básquet.

Durante la década de 1970, la estrella de la NBA Kareem Abdul-Jabbar las empezó a vestir y, algunos años después, el 70 % de los jugadores de la liga las usaban.

En los ’80, músicos de hip-hop y rap las establecieron como un ícono de rebeldía, ampliando su llegada a cientos de miles de fanáticos en todo el mundo.

Las Superstar eran, además, zapatillas con versiones para hombre y mujer, con lo cual nadie se quedaba afuera.

Saliendo de las zapatillas, con el correr de los años fuimos conociendo buzos, pantalones, gorras, remeras, camperas y muchísimas alternativas más, todas bajo la marca Adidas.

El arranque del nuevo siglo llegó con los contratos de exclusividad: muchas de las grandes estrellas del fútbol mundial firmaron con la marca para usar botines con las tres tiras. Hoy, por ejemplo, Lionel Messi mantiene un acuerdo vigente.

Así, la innovación y la tecnología, combinadas con valores razonables y durabilidad, siguen haciendo de Adidas una de las marcas más populares del mundo.