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Álea, la app rosarina que fomenta el cuidado del medio ambiente

Olivia Reda, una joven rosarina de 20 años, es la creadora de Álea, aplicación con la que ganó el concurso nacional Mi Primera Empresa

El cuidado del medio ambiente resulta un aspecto que toma cada vez más trascendencia, junto a la concientización global sobre el daño que se puede hacer en el ecosistema si no tomamos las medidas necesarias al momento de desechar nuestros residuos. Es por ello que Álea, una aplicación creada por una joven rosarina, llegó para darnos herramientas útiles para aportar nuestro granito de arena.

Olivia Reda tiene 20 años, está estudiando diseño gráfico y tras lograr una gran distinción recientemente en el concurso nacional Mi Primera Empresa organizado por BBVA, al quedar en el segundo puesto en la categoría Triple Impacto, habló con Vivo247 y dio a conocer los detalles acerca de su proyecto. “La idea de la aplicación surgió a partir del incentivo de querer reciclar y reutilizar los plásticos que consumimos diariamente”, comenzó.

Quería poder realizar una herramienta qué fomente a la gente, reciclar sin mucho esfuerzo. En la ciudad de Rosario tenemos puntos de recolección de plásticos, pero no todos se toman el trabajo de llevarlos. Muchas de las personas, incluyéndome, separamos los residuos en nuestras casas luego de consumir ciertos productos, pero no en todas las zonas de la ciudad hay forma de recolectarlos”, continuó la chica acerca del surgimiento de su app.

Sobre el tiempo que le llevó darle forma y lanzar Álea, comentó: “La idea no tomó más de un día. Lo que sí tomó más tiempo, fue el debate y las opiniones de las personas (amigos, conocidos, etc) para saber si realmente funcionaba como herramienta. Siendo sincera no siento que haya tenido algún tipo de complicación que me sobre exija, pero creo que convertir una idea en un proyecto a futuro, me sacó completamente de mi zona de confort. Estoy cursando la carrera de segundo año de diseño gráfico, y sentí que era algo completamente distinto a lo que me estoy dedicando, pero a su vez confiaba en mí porque sé que tenía el potencial y la versatilidad para hacer lo que me proponga“.

“Me enteré del concurso a partir de amigos”, dijo Olivia, que además reveló que “al principio no estaba muy segura de participar” y explicó: “Recién estoy comenzando a insertarme en el mundo del emprendedurismo. Había participado en concursos previos, pero estaban relacionados a mi carrera y al arte”. De todos modos, cuando logró el resultado, llegó la enorme satisfacción: “Haber ganado me hizo sentir capaz de cualquier cosa. Salir de mi zona de confort y confiar en mi potencial, dio resultados. Fue muy impactante para mí, porque los demás ganadores habían sido elegidos por proyectos ya desarrollados desde hace tiempo, y lo mío era únicamente una idea para mejorar los hábitos de reciclaje en las personas”.

Consultada sobre cómo es el uso de la app, destacó: “Álea es un sistema que beneficia a todas sus partes. Las personas pueden descargar la aplicación en sus celulares. Realizan su compra habitual, pero a diferencia que una vez que consumieron los productos, pueden devolverlos a los negocios ligados a Álea (donde los compraron), y así sumando puntos para comprar nuevos productos reciclables. Los negocios se encargan de guardar los residuos plásticos, para luego ser recolectados por nosotros y a cambio se les da un beneficio económico, en base a la cantidad de plástico juntada. Luego nosotros nos encargamos de vender ese plástico a empresas eco friendly qué reutilizan los residuos”.

Por otra parte, se refirió a su colaboración con otros jóvenes emprendedores rosarinos, quienes confeccionan canilleras de fútbol con materiales reciclables: “Con los chicos de Fenikks, actualmente estoy trabajando como diseñadora gráfica, como parte visual de su emprendimiento. Con ellos comencé a incorporarme más en el emprendedurismo, y son un equipo que me inspira muchísimo. Sé que está la posibilidad de que más adelante Álea funcione como aplicación y trabajar en conjunto con ellos”.

Acerca de la concientización sobre el cuidado del medio ambiente, reflexionó: “Siento que la gente de mi edad tiene muchísima más conciencia y acciona al respecto. Sobre todo en Rosario, que es una ciudad en la que se puede notar el desperdicio de basura caminando por la calle o mirando el río”. Y agregó: “A su vez cuándo pensé en el sistema de la aplicación, me di cuenta que a las personas hay que generarles un incentivo para fomentar el hábito del reciclaje. Por eso me pareció muy beneficioso qué los productos que uno suele comprar para consumir puedan tener otro uso en vez de tirarlos a la basura. También que el plástico funcione como cierto ‘método de pago’ hace que las personas, más allá de su edad, puedan usar esta herramienta”.

En cuanto al balance del año y sus objetivos hacia 2022, Olivia señaló: “Me encantó la experiencia de poder darme cuenta que soy capaz de lograr mis objetivos, confiando en mis ideas y mi creatividad. Me gustó también poder salir de ese ‘casillero’ de participar en proyectos relacionados o no a mi profesión. Creo que mis objetivos son seguir progresando con mis compañeros de Fenikks y poder encontrarle un futuro a la idea de Álea. Además poder recibirme de la Escuela Superior de Diseño y seguir saliendo de mi zona de confort”.

Imágenes por: CORTESIA