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Paradójicamente, en Estados Unidos, el epicentro mundial del capitalismo, hay un mercado en el cual ciertos parámetros de la oferta y la demanda no están del todo claros, lo que afecta, en este caso, a los usuarios: la salud. Y en este campo, desde ahora, intentará meterse el gigante Amazon con Amazon Clinic.

Para quienes viven en Argentina, puede resultar algo extraño saber cómo funciona la salud – tanto pública como privada – en Estados Unidos. Concretamente, en muchos casos, si bien una persona tiene acceso a diversas opciones médicas frente a una dolencia, el problema aparece a la hora de pagar: un paciente puede pasar varias semanas o meses antes de recibir su factura por los servicios de salud contratados, ya sea una consulta, un tratamiento, un laboratorio o un medicamento. Y eso puede generar que el pago sea excesivamente más alto de lo esperado.

Esto sucede por el sistema de pagos fragmentado que existe en Norteamérica, que se basa en una negociación de valores entre los doctores, las aseguradoras o las compañías prepagas, los empleadores y el propio gobierno.

En este contexto es que nace Amazon Clinic con el objetivo de generar algo de transparencia y previsibilidad frente a estas situaciones tan cotidianas. Esta nueva área de la compañía creada por Jeff Bezos no brindará ningún servicio de salud en particular, sino que unirá a cuatro startups que contrató para brindar mensajes y videos respecto a 30 posibles condiciones médicas.

Así, los usuarios podrán conocer precios según proveedor, recetas necesarias y tiempos de espera frente a cada condición.

La herramienta funciona desde noviembre del año pasado en 32 estados de Estados Unidos; a comienzos de este mes, la empresa avisó que el objetivo es llegar en las próximas semanas a 50 estados.

En declaraciones a Forbes, Ge Bai, profesor de contabilidad y política de salud en la Universidad Johns Hopkins, dijo que “Amazon está explotando básicamente las necesidades no satisfechas de pacientes y proveedores”.

“Los pacientes están dispuestos a pagar diferentes precios por servicios basados en lo que es importante para ellos y, de manera similar, las compañías de atención médica están dispuestas a ofrecer diferentes precios según lo que los pacientes deseen. Sin embargo, la rigidez del sistema de seguros de salud generalmente no permite este tipo de flexibilidad”, explica el profesional.