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Si bien el mundo empresarial, y particularmente el rubro de las telecomunicaciones, convive constantemente con inversiones mega millonarias, muchas veces llaman la atención algunas jugadas que realizan algunas compañías, especialmente por la cantidad de ceros que incluyen las cifras pactadas. Una de ellas es la que acaba de anunciar el gigante AT&T, que sigue tratando competir contra Netflix.

La multinacional estadounidense infirmó que dividirá uno de sus principales activos, WarnerMedia, y se fusionará con Discovery. ¿El monto de la operación? U$S 43.000 millones.

Para la empresa, este cambio significará una reducción a la mitad de sus ganancias. Pero, para tranquilidad de sus accionistas, antes de dar cualquier paso, se les informó a todos que, quienes tengan participación en AT&T, serán “dueños” del 71% de la nueva empresa, que se llamará “Warner Bros. Discovery”. Además, todos recibirán 0,24 acciones de la nueva firma por cada papel de AT&T que tengan previamente.

De esta forma, cuando se concrete la fusión, el gigante estadounidense estará dividido en unas 7.200 millones de acciones.

Apenas conocida la información, como suele pasar, el valor de las acciones de AT&T bajó un 5%, principalmente por especulación.

Toda la jugada apunta a un mismo objetivo: tratar de sentarse en la mesa de los grandes del streaming, que sigue siendo liderada por Netflix, a pesar de su tambaleante arranque de año.

AT&T viene de desembolsillar, el año pasado, U$S 85.000 millones para quedarse con Time Warner.

John Stankey, presidente ejecutivo de AT&T, dijo que “en lugar de intentar tener en cuenta la volatilidad del mercado a corto plazo y decidir dónde repartir el valor en el proceso de hacer un intercambio de acciones, la distribución de la escisión dejará que el mercado haga lo que los mercados hacen mejor”.

“Confiamos en que ambas acciones se valorarán pronto en función de los sólidos fundamentos y las atractivas perspectivas que representan”, concluyó.