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En medio del descontento de los usuarios, el peaje en la Autopista Rosario-Santa Fe ha experimentado un preocupante incremento del 100%. Esta escalada vertiginosa en los costos de peaje golpea fuertemente los bolsillos de quienes transitan regularmente por esta vía crucial, dejando en evidencia una situación preocupante que requiere atención inmediata.

El estado lamentable de la autopista, especialmente en el tramo comprendido entre San Lorenzo y Maciel, ha sido motivo de quejas y reclamos durante años. Los conductores se enfrentan a baches, grietas y condiciones deplorables que ponen en riesgo tanto la seguridad vial como la integridad de los vehículos. A pesar de los proyectos presentados y los esfuerzos del senador Armando Traferri para lograr la reparación integral de esta vía, lamentablemente, durante la gestión anterior del gobernador Omar Perotti, solo se llevaron a cabo parches superficiales, sin abordar el problema de fondo.

El reciente aumento del peaje en la autopista Rosario-Santa Fe, que duplica la tarifa anterior, se suma a una serie de incrementos que han impactado negativamente en el bolsillo de los usuarios. En menos de un año, el costo del peaje ha aumentado en un 200%, lo que resulta injustificado dadas las condiciones actuales de la autopista.

Es especialmente preocupante que, a pesar del aumento exorbitante en los costos, no se haya realizado un esfuerzo real y concreto para repavimentar y mejorar la infraestructura de la autopista. Los usuarios están pagando más por un servicio que sigue siendo deficiente y peligroso.

Para aquellos que utilizan el telepase, el incremento también es significativo, alcanzando los $630 por pasada. Además, los colectivos se ven afectados por este aumento desproporcionado, con tarifas que llegan hasta los $1.800, y para vehículos de mayor porte, la cifra puede ascender hasta los $4.600.

Es imperativo que las autoridades competentes tomen medidas inmediatas para abordar tanto el estado de la autopista como la política de tarifas del peaje. Los usuarios merecen una vía segura y en condiciones adecuadas, así como tarifas justas que reflejen la calidad del servicio ofrecido.