Autotests: ¿quién los hace, cuánto salen y para qué sirven?
Con fabricación de dos laboratorios extranjeros, se estima que los autotests que venderán las farmacias costarán la mitad que un PCR
El gobierno argentino, a través de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT), aprobó la venta libre en farmacias de algunas variedades de autotests, pruebas caseras que la gente podrá comprar y hacerse para determinar si tiene o no Covid. Pero, ¿quién los hace y qué utilidad real podremos darles?
La decisión de crear estos kits caseros tiene que ver, principalmente, con el exponencial aumento de casos positivos en el país y las interminables filas formadas en los centros de testeos de todas las ciudades, lo cual genera una acumulación de gente absolutamente contraproducente.
En principio, dos laboratorios extranjeros serían los que picaron en punta para producir y vender los autotests en Argentina: el estadounidense Abbott y el suizo Roche. La tercera opción que aparece en el horizonte es nacional y rosarina: Wiener Lab. En los casos de las empresas extranjeras, se trataría de productos importados que no se fabricarían aquí.
En cuanto a su utilidad, hacerse un test casero y determinar un resultado negativo no será válido, por ejemplo, para viajar al exterior ni para ausentarse al trabajo. Su función principal será testearse en casa sin estar en contacto con otras personas en un concurrido centro de testeos y aislarse en caso de dar positivo, sin necesidad de que un médico lo determine.
Respecto a los costos, se estima que un kit para autotestearse podría costar alrededor de $3.000. Actualmente, un PCR de un laboratorio privado ronda entre los $6.000 y los $7.000. Para comparar, actualmente, en Europa los tests caseros valen entre 6 y 20 euros, dependiendo de la marca; al cambio oficial, serían entre $720 y $2.400. En Estados Unidos, rondan los U$S 20, o sea, unos $2.160.
De momento, quienes quieran chequear en casa si son o no positivos de Covid, tendrán que pagar sus propios kits en las farmacias, aunque no se descarta, a futuro, que las obras sociales y prepagas comiencen a cubrirlos. Incluso el Estado podría proyectar su distribución gratuita: Córdoba fue una de las primeras provincias en confirmar sus intenciones de hacerlo.
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