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La palabra “grieta” se volvió de uso común en Argentina en los últimos años. Su origen está relacionado a la política y a los bandos de izquierda y derecha (hablando de forma absolutamente general, ¡a no ofenderse!), pero luego se amplió a todas aquellas temáticas en las que existan dos grandes corrientes de pensamientos. Y uno de esos ámbitos, especialmente desde la pandemia, es el de las plataformas de streaming.

La era en la que Netflix era la única aplicación que usábamos para ver series o películas desde casa, ya quedó atrás: hoy hay en el mercado muchísimas otras alternativas, entre las que podemos encontrar Netflix, Spotify, HBO, Disney+, Amazon Prime Video, Star+, Lionsgate+, Paramount+ y varias más.

Todas ellas comenzaron a operar en el país con tarifas que casi todo el público consideraba bajas. Sin embargo, la fuerte escalada del dólar obligó a ir aumentando los precios paulatinamente. Si a eso le sumamos la fuerte carga tributaria que recae sobre los usuarios, los números se vuelven cada vez más importantes.

Más allá de esta situación, existen muchísimas personas que pagan no por uno, sino por varios de los servicios que brindan las plataformas de streaming, y es allí donde surge la gran incógnita: ¿es caro o barato pagar por este tipo de entretenimiento indoor?

Números lisos y llanos

Lo primero que hay que mencionar es la famosa carga impositiva que hay en el país. A marzo de 2023, a todo pago que se haga cuyo monto de origen sea en dólares, hay que sumarle el 21% de IVA, el 45% de Percepción RG AFIP 4815, el 8% de Impuesto PAÍS para servicios digitales y el 2% de Percepción ISIB CABA (solamente aplicable en Capital Federal). Esos valores suman un 76%; sin embargo, si tus consumos mensuales superaron los U$S 300, hay que sumar otro 25% correspondiente al Dólar Qatar o Turista, lo cual haría llegar los impuestos a la increíble cifra del 101%.

Las únicas plataformas que esquivan estos recargos son Disney+, Star+ y Paramount+, ya que, a pesar de ser extranjeras, tienen sede en Argentina.

Dicho esto, comencemos con Netflix, que, a pesar de haber tenido un 2022 complicado, sigue siendo la más usada del país: un 67% de las personas que tienen al menos un servicio contratado, paga Netflix. En la “tabla de posiciones” le siguen Amazon Prime Video, Disney+, Star+ y HBO Max.

Tras el último aumento de precios de febrero, el plan básico cuesta $1.230, el estándar $2.286 y el premium $3.342 (siempre considerando que no te excedas del tope de U$S 300 al mes).

Para el caso de HBO Max, el abono único que ofrece cuesta $878 al mes, pudiendo contratar un plan anual por $7.566. Amazon Prime Video, por su parte, tiene un valor mensual de $757.

Spotify, otra de las plataformas de streaming de fuerte crecimiento, tiene cuatro planes: el individual cuesta $700 al mes, el Duo $1.000 al mes, el Familiar $1.150 al mes y el de Estudiantes $350 al mes.

En el caso de aquellas que no tienen recargas de impuestos por tener filial en Argentina, Disney+ tiene un valor mensual de $599, pudiendo pagar 12 meses juntos por $6.000. Aquí está la posibilidad de contratar un paquete que incluye a Disney+ y Star+ por $1.500 al mes, u otro con Star+, Disney+ y Lionsgate+ por $1.730.

Comparaciones en la vida real

Con todos esos valores a cuestas, si uno quisiera contratar, por ejemplo, HBO Max, Amazon Prime Video, Spotify Duo, Disney+ y Paramount+, debería pagar $3.520 al mes. Si lo comparamos con los precios de las entradas a los cines comerciales, que rondan los $1.700, estamos hablando de que dos entradas ya cubrirían ese precio.

La conclusión indefectible, entonces, es que, si bien no es agradable recibir noticias de aumentos en los servicios de las plataformas de streaming, los precios siguen siendo bajos en relación con la cantidad y calidad de productos ofrecidos.