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A solo 28 km de Punta del Este, José Ignacio emerge como el foco de inversión en el negocio inmobiliario. Este balneario exclusivo, inicialmente un pueblo pesquero, ha capturado la atención de inversores argentinos y globales. La demanda se centra en casas en barrios privados que fusionan lujo y tranquilidad, propiciando un mercado en constante crecimiento. El Land Banking, estrategia de adquirir extensas parcelas con miras al futuro, se encuentra en pleno auge en la zona.

Inversores compran tierras con la expectativa de que su valor aumente gracias al crecimiento continuo de la región. En un contexto de incertidumbre financiera, el Land Banking emerge como una opción atractiva, ofreciendo estabilidad en un panorama económico en movimiento.

José Ignacio representa aproximadamente el 11% de las transacciones inmobiliarias en Punta del Este. Este fenómeno no solo atrae a argentinos sino también a inversores norteamericanos y europeos que buscan refugiar su capital en ladrillo. El encanto de vivir en barrios cerrados que combinan seguridad, tranquilidad y lujo impulsa la demanda y revaloriza las propiedades.

El Land Banking no solo se limita a José Ignacio; también se expande a lugares cercanos con valores de tierra en aumento. Desde la ruta 104 hasta la zona de laguna Garzón, inversores encuentran opciones atractivas, consolidando la región como un epicentro de oportunidades inmobiliarias.

Con valores de tierra experimentando un aumento del 10% anual desde la pandemia, José Ignacio se consolida como un destino exclusivo. Las propiedades en la zona varían desde los US$1.5 millones hasta los US$20 millones, con una demanda sostenida. Descubre el encanto de vivir en este paraíso inmobiliario que promete rendimientos a largo plazo.