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De acuerdo a un informe realizado por el Centro de Estudios Scalabrini Ortiz (CESO) junto a la diputada provincial Lucila De Ponti, el costo de vida para una familia rosarina llegó a ser en junio de 153.335 pesos. Esto representa un incrementó del 17 por ciento con respecto a los últimos tres meses, mientras que es del 71 por ciento en la comparación interanual. Además, se precisó que un hogar necesitó 62.177 pesos sólo para cubrir los alimentos mínimos.

En este relevamiento que registra y compara regularmente el consumo en barrios representativos como Casiano Casas, La Sexta, La Lagunita y Mangrullo, también se especificó que un adulto rosarino necesita 20.122 pesos para no caer debajo de la línea de indigencia. Asimismo, detallaron que los alimentos básicos siguen liderando los aumentos muy por encima de la inflación general.

Acerca de este informe realizado junto al CESO, Di Ponti señaló: “Una vez más vemos la aceleración de los precios de los alimentos básicos, aún muy por encima de la inflación promedio, lo que genera un gran perjuicio para los sectores de menores ingresos. Las cuestiones macroeconómicas no llegan a explicar el nivel de los aumentos, relacionados en muchos casos con la especulación y concentración de la cadena productiva”.

“La brecha entre ingresos y el costo de vida se amplía y esto repercute fuerte en los sectores populares, lo que se traduce en una mayor desigualdad”, agregó la legisladora y agregó: “Sin dudas la inflación es hoy el principal problema y tomar medidas que contribuyan a evitar la distorsión de los precios debe ser una prioridad. Por eso, mientras se estabilizan las variables macroeconómicas, es fundamental acompañar a los sectores de menores ingresos para afrontar esta situación”.

Y concluyó: “Garantizar el acceso de los alimentos básicos a la mesa de todos los argentinos y defender el bolsillo de los santafesinos tiene que ser el objetivo primordial y todos los esfuerzos deben concentrarse en recuperar la capacidad de compra de un salario que cada vez alcanza para menos. Existen experiencias de los mercados de la economía popular que demuestran que el camino de acercar a productores y consumidores, eliminando a los eslabones especulativos en la formación de precios, permite cuidar el poder adquisitivo de los sectores más perjudicados”.

También muestra el estudio que el último año los mayores aumentos lo lideraron productos esenciales como azúcar 109 por ciento, huevos 106 por ciento y harina 93 por ciento, mientras que las carnes aumentaron en promedio un 62 por ciento. Y en cuanto al salario mínimo, vital y móvil (SMVyM) de 45.540 pesos apenas cubre el 30 por ciento del costo de vida. Tampoco lo cubren el salario promedio de un obrero de la construcción (96.750 pesos), de un empleado de comercio (86.756 pesos), y de trabajadores de casas particulares (38.711 pesos) que cubren respectivamente el 63 por ciento, 57 por ciento y 28 por ciento.