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Argentina se enfrenta a una realidad alarmante: su salario mínimo en dólares es el más bajo de la región, según un análisis realizado por la consultora Focus Market, liderada por Damián Di Pace. Mientras que países vecinos como Uruguay, Chile y Brasil superan los 500 dólares mensuales, el ingreso mínimo en Argentina apenas alcanza los 196 dólares. Esta situación coloca al país en una posición desfavorable en comparación con los últimos 20 años, evidenciando una preocupante tendencia a la baja.

La gestión económica actual, liderada por Javier Milei y su ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, ha sido señalada como una de las principales responsables de esta situación. La “licuadora” de salarios y jubilaciones, impulsada desde la Casa Rosada, está generando una rápida disminución del poder adquisitivo de los trabajadores argentinos.

El estudio de Focus Market revela que solo en 13 provincias los trabajadores reciben ingresos mínimos superiores a los 100 dólares mensuales. Destacan la Ciudad de Buenos Aires, Chaco, Jujuy y Entre Ríos como algunas de las regiones con mejores ingresos mínimos.

Sin embargo, aún en las provincias con mejores cifras, los ingresos siguen estando por debajo de los estándares internacionales aceptables. La disparidad entre las regiones es evidente, con diferencias significativas en los ingresos mínimos per cápita diarios.

Por un lado, trabajadores en Ciudad de Buenos Aires y Tierra del Fuego disfrutan de ingresos diarios per cápita más altos, mientras que en Chaco y La Rioja los ingresos son considerablemente más bajos. Esta brecha económica refleja la desigualdad y los desafíos que enfrentan los argentinos en diferentes partes del país.

La consultora también advierte sobre los factores que contribuyen a esta crisis económica, como la devaluación del peso frente al dólar, la emisión monetaria descontrolada y la incertidumbre económica generalizada. Estos elementos están exacerbando la pérdida de ingresos de los argentinos, especialmente durante los primeros años de este gobierno.

En resumen, la situación salarial en Argentina es alarmante, con el salario mínimo en dólares en su punto más bajo en décadas. La gestión económica actual enfrenta el desafío urgente de revertir esta tendencia y garantizar condiciones dignas para todos los trabajadores del país.