Cuanto cuesta alquilar en Costa Esmeralda este verano
Los exuberantes alquileres de verano en Costa Esmeralda, el destino de lujo de la Costa argentina, experimentan un giro inesperado con descuentos de hasta el 20%
A diferencia del verano pasado, los propietarios de Costa Esmeralda están dispuestos a negociar para ocupar sus exclusivas propiedades en una temporada que, a pesar de las expectativas, presenta desafíos en determinadas zonas.
El fenómeno se manifiesta en una disminución del 20% en los precios de alquiler en la primera quincena de enero en comparación con la temporada anterior. Incluso en la segunda quincena, los valores se reducen en un 15%, desafiando la tradicional alza de precios en esta época del año.
Costa Esmeralda, conocida por su exclusividad y elevados precios en dólares billete, ha experimentado esta transformación en el mercado de alquiler. Aunque las propiedades más exclusivas en los barrios marítimos han mantenido su demanda, otras áreas enfrentan dificultades, llevando a una bajada generalizada de precios.
Este barrio cerrado, que ha surgido como un destino preferido para la élite argentina, ha sido testigo de una baja significativa en los alquileres de propiedades que no cuentan con el respaldo del mercado a precios más altos. La primera quincena de enero fue especialmente desafiante, con una disminución del 20% en los precios de alquiler, seguida por una recuperación del 15% en la segunda quincena.
La variación de precios es evidente al comparar los US$5000 que se pagaban por una casa por quincena en enero de 2023 con los US$4000 y US$4300 registrados en la primera y segunda quincena de 2024, respectivamente. Aunque algunos propietarios han optado por reducir precios, otros prefieren dejar sus propiedades vacías en lugar de bajar sus estándares de alquiler premium.
El mercado inmobiliario de Costa Esmeralda, aunque con desafíos, mantiene su atractivo. Los precios de alquiler por quincena oscilan entre los US$3000 y US$8000 para casas, y desde los US$2000 para departamentos. Aunque la demanda ha disminuido en comparación con años anteriores, algunas inmobiliarias experimentan ocupaciones sólidas, mientras que otras enfrentan una menor saturación de estacionamientos y una necesidad de ajustes en los precios para atraer a los inquilinos.
El panorama para febrero se anticipa desafiante, con una notable disminución de la demanda. Factores como el adelanto del inicio de las clases contribuyen a este cambio en las tendencias de alquiler. Sin embargo, algunas optimistas previsiones sugieren una mejora en la primera quincena de febrero, respaldada por el fin de semana de Carnaval.
La colaboración entre familias para compartir propiedades se incrementa, reflejando un interés creciente en optimizar costos de alquiler. A pesar de los desafíos, Costa Esmeralda sigue siendo un destino atractivo, adaptándose a las nuevas dinámicas del mercado de alquiler de verano.
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