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Fue un torneo muy especial para Rafael Nadal y el mundo del tenis en general, primero, por la novela que se vivió con el campeón de las últimas ediciones, Novak Djokovic quien, finalmente, no pudo participar del torneo, además, la vuelta en todo su esplendor del español, quien dudaba de seguir compitiendo por diversas lesiones que lo golpearon en el último semestre de 2021, se quedó con el torneo y se metió de lleno en la gloria eterna.

La victoria ante el ruso, segundo preclasficado, Daniil Medvedev por 2/6, 6/7, 6/4, 6/4 y 7/5, le permitió al mallorquín ser el tenista que cosechó mayor cantidad de Grand Slam de la historia al quedarse con el torneo número 21, superando a los otros dos monstruos que buscaban esa marca, Roger Federer y Novak Djokovic, ambos con 20 Majors logrados en toda su carrera.

Pero no fue solo gloria lo que se llevó Rafael Nadal, porque tras superar la crisis financiera que golpeó por la pandemia en la edición pasada, el Australia Open repartió 75 millones de dólares, 3,5 millones más que en 2021. El número cinco del ranking ATP, se quedó con un número final de 2.87 millones de dólares, mientras que Medvedev embolsó 1,57 millones de dólares.

A diferencia de otros torneos de Grand Slam, se respeta el mismo monto para el cuadro femenino, por ende. Ashleigh Barty, la tenista australiana que rompió con 44 años de sequía para jugadores de ese país, recibirá exactamente lo mismo que percibió el campeón en caballeros, mientras que Danielle Collins, quien cayó en la final, se quedará con la cifra que también percibió Medvedev.

Donde sí baja muchísimo la suma que se percibe es en los dobles, ya que las parejas ganadoras tanto en el cuadro masculino como en el femenino, se quedaron con 447 mil dólares, un 12,5 más que lo ofrecido como premio el año pasado, pero lejos de la suma que se llevan a nivel individual. Los subcampeones en la modalidad de dobles, se quedaron con 254 mil dólares.