Cumbre en Ezeiza: Chiqui Tapia pide moderación y enfrenta el silencio de los clubes
El presidente de la AFA, Claudio Chiqui Tapia, insta a moderar las críticas al arbitraje en una cumbre con los clubes, enfrentando un silencio abrumador
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El presidente de la AFA, Claudio Chiqui Tapia, insta a moderar las críticas al arbitraje en una cumbre con los clubes, enfrentando un silencio abrumador
En una reunión sin precedentes en Ezeiza, Claudio Chiqui Tapia, presidente de la AFA, convocó a los representantes de los 28 equipos de la Liga Profesional. El foco principal: moderar las críticas públicas al arbitraje y al desarrollo del torneo. A pesar de una orden del día establecida, la polémica reciente desencadenó un intenso debate sobre el tema, que reveló un silencio absoluto por parte de los dirigentes presentes.
Chiqui Tapia, luego de abordar temas como los cuartos de final de la Copa de la Liga y el Fair Play financiero exigido por la FIFA, hizo un llamado a desterrar los comentarios altisonantes y las quejas públicas. Este pedido surge en medio de un clima deportivo, político y social delicado, con las plazas para los cuartos de final de la Copa de la Liga en juego. El presidente de la AFA enfatizó la importancia de mantener los reclamos dentro de las instituciones y evitar incitar a la violencia.
El reciente intercambio mediático entre Carlos Tevez y Pablo Dóvalo, sumado a las críticas de otros entrenadores como Mauricio Larriera, intensificó la urgencia de Tapia por controlar las declaraciones públicas. Sin embargo, el silencio predominó en la reunión, a excepción de algunas voces críticas representadas por Andrés Fassi, presidente de Talleres.
Tapia también anunció cambios en el sistema de penalidades para los miembros de los cuerpos técnicos expulsados, enfatizando la necesidad de cumplir con las sanciones de forma efectiva en lugar de multas monetarias. La postergación de la reunión, inicialmente programada para febrero, otorgó a Tapia una posición de fuerza, evidenciada por el apoyo recibido en las redes sociales por sus políticas.
El silencio de la mayoría de los clubes, interpretado como miedo y complicidad, deja entrever los desafíos que enfrenta Tapia en su intento por controlar la narrativa y mantener la estabilidad en el fútbol argentino.
Imágenes por: cortesía