Dólar cara chica en Argentina: el malentendido que desencadenó una brecha de valor
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VIVO247
30 de enero de 2024
Descubre cómo un malentendido sobre la impresión de billetes de dólar cara chica desencadenó el rechazo generalizado en Argentina, afectando su valor frente a los billetes más nuevos
Con la desconfianza en el peso argentino, la dolarización del ahorro y el surgimiento de un negocio ilegal, exploramos las razones detrás de la depreciación de estos billetes en un país donde el dólar es fundamental. A pesar de las aclaraciones de la Reserva Federal, la brecha persiste y los cambistas encuentran oportunidades en medio de esta situación controvertida con el dólar cara chica .
En los últimos seis o siete años, en Argentina ha surgido una marcada diferencia en el valor entre los billetes de 100 dólares de “cara chica” y los más recientes de “cara grande”. Un cambista de una de las cuevas locales, quien se identificó solo como “Gonzalo”, reveló que este fenómeno comenzó debido a un malentendido relacionado con la Reserva Federal de Estados Unidos.
Según Gonzalo, todo comenzó cuando un funcionario de la Reserva Federal mencionó en un diario económico estadounidense que la institución no imprimía billetes de “cara chica” desde hace muchos años. Este comentario llevó a la suposición general de que estos billetes serían retirados de circulación, aunque la Reserva Federal ha declarado repetidamente que no tiene planes de hacerlo. A pesar de estas aclaraciones, las dudas persisten.
El rechazo a los billetes de “cara chica” no es exclusivo de Argentina, ya que destinos turísticos como Aruba y Filipinas fueron los primeros en dejar de aceptarlos. Sin embargo, en los últimos años, esta tendencia se ha extendido por gran parte de América Latina. En Argentina, la situación se complica debido a su alta dolarización, resultado de la desconfianza en el peso argentino constantemente devaluado.
La cultura de ahorrar en dólares, arraigada en décadas de inestabilidad económica, ha llevado a muchos argentinos a acumular billetes de “cara chica”. Este escenario propicia un nuevo problema: el surgimiento de un negocio ilegal en el cual cambistas compran estos billetes a un precio más bajo y los intercambian por billetes más nuevos con la colaboración de empleados bancarios, quienes reciben comisiones por su participación.
Gonzalo, aunque admite que las cuevas se benefician del rechazo generalizado de los argentinos hacia los billetes más antiguos, niega las acusaciones de iniciar el problema. Asegura que, en su carrera, nunca ha encontrado un dólar “cara chica” falso, y enfatiza que la situación es simplemente una cuestión de mercado, donde la demanda de estos billetes es mínima debido a las preferencias por las versiones más modernas y seguras.
Algunos lo atribuyen por un tema de “Seguridad”.
La diferencia en el valor entre los billetes de 100 dólares de “cara chica” y los de “cara grande” en Argentina se atribuye principalmente a cuestiones de seguridad y la facilidad de falsificación. De todas formas, esta teoría se derriva desde el momento en que Estados Unidos y los principales paises del mundo, tienen el mismo valor: 100USD son 100 USD, salvo en Argentina, Aruba, Filipinas y algunos países puntuales.
Los billetes de “cara chica” fueron impresos hasta 1996, momento en el cual la Reserva Federal de Estados Unidos implementó cambios en el diseño de la divisa para mejorar las características de seguridad y prevenir falsificaciones.
Las diferencias en el diseño incluyen un rostro más alejado de Benjamin Franklin en los billetes de “cara chica”, un óvalo más pequeño que lo rodea, y números de serie y valores tipografiados de manera diferente. Además, los billetes de “cara chica” carecen de las características de seguridad más avanzadas presentes en las ediciones más recientes, como la banda de seguridad en 3D, la campana en el tintero que cambia de color, y otras medidas de seguridad más modernas.
En Argentina, las “cuevas” y financieras suelen comprar los dólares de “cara chica” a un precio más bajo que los de “cara grande”. Esto se debe a que las versiones más antiguas son consideradas más vulnerables a la falsificación, ya que carecen de las características de seguridad más avanzadas presentes en los billetes más recientes.
Si bien es posible cambiar los dólares de “cara chica” en bancos, las financieras y cuevas también ofrecen esta opción, aunque a un precio más bajo, lo que implica un riesgo de recibir un 5% menos del valor de cotización actual. La razón detrás de esta diferencia en el valor radica en la percepción de mayor riesgo de falsificación asociado a los billetes más antiguos.
Es importante destacar que la información proporcionada aquí se basa en la situación hasta mi última actualización en enero de 2022, y los detalles específicos pueden haber cambiado desde entonces.