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Ejercicio para controlar el síndrome metabólico: La estrategia del momento adecuado”

Un reciente estudio señala la influencia del horario en el ejercicio para mejorar la salud de quienes padecen el síndrome metabólico

El momento del día en que se realiza actividad física puede ser crucial para combatir el síndrome metabólico, revela un estudio reciente. Este síndrome, asociado al riesgo de enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares y diabetes tipo 2, parece encontrar un aliado en el ejercicio aeróbico de alta intensidad por la mañana, superando sus beneficios a los obtenidos por el ejercicio vespertino.

El análisis, publicado en The Journal of Physiology por la Sociedad Fisiológica del Reino Unido, destaca que “la influencia del horario en el ejercicio para promover la salud ha suscitado interés en años recientes, aunque los estudios controlados a gran escala son limitados”. El síndrome metabólico ha ganado importancia debido a su alta prevalencia y su vínculo con el crecimiento constante de la obesidad, convirtiéndose en una preocupación para la salud pública.

Cerca del 33% de personas entre 20 y 60 años padecen este síndrome, que agrupa trastornos simultáneos asociados al aumento del riesgo de enfermedades cardíacas, hipertensión, diabetes tipo 2 y alteraciones en los niveles de azúcar, insulina y lípidos en sangre.

Los investigadores subrayan que “las intervenciones en el estilo de vida, como el ejercicio supervisado, son estrategias rentables para frenar la progresión de este síndrome”. Añaden que “el impacto del ejercicio en la salud depende de la frecuencia, intensidad, tiempo y tipo de actividad”. En este sentido, el estudio revela que el horario del ejercicio también influye en sus beneficios para la salud.

La investigación apunta a los ritmos circadianos, ciclos biológicos de 24 horas influenciados por luz y oscuridad, como determinantes clave. Según los científicos, la sincronización adecuada del ejercicio podría contribuir a ajustar estos ritmos, contrarrestando las enfermedades cardiometabólicas y el síndrome metabólico.

El estudio involucró a 139 voluntarios sin actividad física previa y con índices de masa corporal elevados. Tras 16 semanas de ejercicio aeróbico supervisado, se observó una mejora en la condición cardiorrespiratoria, la composición corporal y la presión arterial en comparación con el grupo de control.

Aunque el ejercicio vespertino también reportó mejoras, los resultados enfatizaron que el entrenamiento matutino, sin cambios en la dosis o intensidad, redujo aún más la presión arterial y la resistencia a la insulina. Concluyeron que “el ejercicio aeróbico de alta intensidad por la mañana resulta más efectivo para mejorar la salud en personas con síndrome metabólico”.

Imágenes por: cortesia