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El Camino hacia la Riqueza: Más allá del talento, el poder del interés compuesto

Taylor Swift, alcanzó su fortuna principalmente a través del éxito fenomenal de su gira “Eras”

La artista Taylor Swift fue recientemente proclamada multimillonaria por Forbes con un patrimonio de 1.100 millones de dólares, sin embargo, existe un camino menos reconocido hacia la riqueza que Swift podría haber tomado: el poder del interés compuesto.

Imaginemos que después de su primer tour como cabeza de cartel en 2009, Swift, quien ya había sido la solista más vendedora en 2008 con “Fearless”, hubiera invertido los impresionantes 18 millones de dólares que ganó en ese momento en un índice bursátil diversificado. Si ese dinero hubiera crecido al ritmo promedio anual del 14,11% del S&P 500 con dividendos reinvertidos, esos 18 millones habrían crecido a 114 millones de dólares para el 2023.

El interés compuesto, aclamado en el mundo financiero como una maravilla, resalta una verdad fundamental: cuanto antes comiences, más tiempo tiene tu dinero para crecer. Este principio sostiene que ninguna cantidad inicial es demasiado pequeña para convertirse en una fortuna con el tiempo y la magia de la capitalización.

No es solo Swift quien ilustra este concepto. La leyenda de la NBA, Earvin “Magic” Johnson, también fue nombrado recientemente multimillonario por Forbes, con un patrimonio estimado de 1.200 millones de dólares. A lo largo de su carrera, Johnson ganó solo 40 millones de dólares, una fracción de lo que las estrellas actuales de la NBA obtienen anualmente.

Si Johnson hubiera canalizado sus ganancias de la NBA exclusivamente en inversiones en el S&P 500, esos 40 millones habrían crecido a más de 500 millones de dólares hoy en día. Sin embargo, las incursiones empresariales de Johnson también fueron igualmente lucrativas, demostrando que la diversificación de inversiones puede generar rendimientos sustanciales.

El camino hacia la creación de riqueza no está exclusivamente pavimentado con éxitos musicales o récords deportivos. A veces, se construye con el crecimiento constante del interés compuesto y la paciencia de un inversor disciplinado. Tanto Swift como Johnson ilustran cómo la inversión temprana y consistente, junto con el rendimiento histórico del mercado, puede ser una estrategia poderosa para la acumulación de riqueza.

Imágenes por: cortesia