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El impacto ambiental de los bitcoins: ya consumen más energía que toda Argentina

Detrás del furor por el mundo cripto hay una consecuencia en cuanto al consumo eléctrico que representa

La fiebre por las criptomonedas se desató en 2021 en medio de economías endebles por los efectos de la crisis que desató la pandemia de COVID-19. Tanto es así que los bitcoins, la más popular de esas alternativas, superó varias veces su valor máximo hasta llegar a cotizar por encima de los 60 mil dólares.

Pero detrás del furor por el mundo cripto hay una consecuencia: el impacto ambiental por la cantidad de energía que se necesita para alimentar ese mercado.

El proceso de “minar” la criptomoneda utilizan gigantescos servidores que no cesan de trabajar y consumen mucha energía.

Según un análisis del Centro de Finanzas Alternativas de la Universidad de Cambridge (CCAF, por sus siglas en inglés), si el bitcoin fuera un país, consumiría más electricidad al año que Finlandia, Suiza o Argentina.

La disparada del valor del bitcoin renovó el apetito por la “minería” y puso a los servidores a funcionar a toda máquina para encontrar más. Esto despertó nuevas críticas de quienes cuestionan el impacto ambiental del mundo de las criptomonedas.

“Realmente es por su diseño que el bitcoin consume tanta electricidad”, explicó Michel Rauchs, investigador del CCAF, donde crearon una herramienta en línea que permite hacer este tipo de cálculos.

“Esto no es algo que cambiará en el futuro, a menos que el precio de bitcoin baje significativamente”, señaló.

¿POR QUÉ EL BITCOIN CONSUME TANTA ELECTRICIDAD?
Las máquinas dedicadas a “minar” o extraer bitcoins, son computadoras especializadas que se conectan a la red de criptomonedas. Su trabajo es verificar las transacciones realizadas por las personas que envían o reciben la divisa, en un proceso que implica resolver complejos acertijos matemáticos.

Por lo general la recompensa a todo ese trabajo es baja y solo obtienen pequeñas cantidades de bitcoin. Es por eso que la única manera de hacer rentable la “minería” es hacerlo a gran escala, con un enorme consumo de energía eléctrica. Las computadoras trabajan 24 horas todos los días.

Para “minar” se requieren computadoras de alta potencia que, a su vez, necesitan mucha energía eléctrica para funcionar. Por eso, las granjas ilegales de criptomonedas se instalan en ciudades donde la electricidad es barata. También suelen buscarse climas gélidos para enfriar los equipos de manera más económica y rápida.

Aseguran que con el avance de las energías renovables el consumo de electricidad podría no ser un gran problema. Sin embargo, aún es mucha la que se produce con combustibles fósiles -como el carbón, el petróleo o el gas- que son altamente contaminantes y dejan su huella de carbono.

¿CUÁNTA VIDA LE QUEDA AL BITCOIN?
Bitcoin es una moneda virtual o un medio de intercambio electrónico que sirve para adquirir productos y servicios como cualquier otra moneda. Fue creada en 2008 por una entidad conocida bajo el seudónimo de Satoshi Nakamoto, cuya identidad concreta se desconoce.

Satoshi trabajó en el código fuente de la aplicación de referencia junto a otros desarrolladores voluntarios hasta diciembre de 2010, momento en el que decidió concluir su actividad pública.

El bitcoin se acabará en unos años, puesto que el sistema fue diseñado de tal manera que los acertijos matemáticos que resuelven las computadoras llegarán a su fin. Según los expertos el proceso ya se completó en un 88%.

Imágenes por: Criptotendencias