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El Super Bowl ​ es el partido final del campeonato de la National Football League, principal campeonato profesional de fútbol americano en Estados Unidos, en el que se enfrentan los campeones de la Conferencia Nacional y de la Conferencia Americana y es uno de los eventos deportivos con más audiencia alrededor del mundo.

Este domingo 12 de febrero, los Kansas City Chiefs se enfrentarán a los Philadelphia Eagles en el State Farm Stadium en Glendale, Arizona, y se espera que apuesten más de 50 millones de estadounidenses adultos, un porcentaje del 61% mayor con respecto al récord del año pasado y es de esperar que apuesten un récord de US$ 16 mil millones en el Super Bowl LVII, un aumento del 110% con respecto al récord del año pasado, según una encuesta de la American Gaming Association.

El crecimiento y la expansión de las apuestas deportivas legales en los Estados Unidos, se debe a la fuerza impulsora detrás de los US$ 16 mil millones en apuestas estimadas para el Super Bowl. Un impulso que va de la mano de los  cuatro nuevos mercados de apuestas que se abrieron desde el juego por el título del año pasado, incluidos Kansas y Ohio (que lanzaron apuestas deportivas en persona y móviles), Massachusetts (que lanzó apuestas deportivas en persona) y Maryland (que lanzó apuestas deportivas móviles).

Casey Clark, vicepresidente sénior de la American Gaming Association (AGA), dice que “es un número extraordinario”.

Las apuestas deportivas ahora son legales en 36 estados y Washington, DC, frente a los 32 en 2022. En 2018, justo después de que la Corte Suprema revocara la Ley de Protección de Deportes Profesionales y Aficionados, solo siete estados habían legalizado las apuestas deportivas. Hoy, casi el 60% de los adultos estadounidenses viven en un estado donde pueden apostar legalmente en los deportes.

Históricamente, el Super Bowl es el evento deportivo de un solo día con más apuestas y a medida que se abren más estados, los jugadores abandonan sus casas de apuestas locales y apuestan con compañías legales estatales. “Cuantas más oportunidades brindamos a los estadounidenses para acceder a las protecciones del mercado regulado, más se aprovechan de él”, dice Casey.

John Murray, director ejecutivo de carreras y deportes de Superbook en Westgate Las Vegas, En Nevada, donde los apostadores apostaron US$ 180 millones en el Super Bowl el año pasado, según la Junta de Control de Juegos del estado, se espera que el Gran Juego sea aún más grande este año. “Espero que rompa el récord”, dice. Y continúa: “Kansas City es un equipo con muchos seguidores a nivel nacional, es su tercer Super Bowl en los últimos cuatro años, y [el mariscal de campo Patrick] Mahomes es la cara de la NFL. Y Filadelfia tiene una gran base de fanáticos nacionales”.

Incluso los fanáticos que no están particularmente entusiasmados con el Super Bowl de este año se animarán un poco. “No es un juego muy sexy”, dice Steve, un ávido jugador de Illinois que no quiso revelar su apellido por motivos profesionales. “No sorprende que los Chiefs jueguen contra los Eagles”. Pero eso no le impedirá apostar más dinero este año que el pasado. En 2022, apostó US$ 1.500 en el Super Bowl, pero este año dice que arriesgará entre US$ 2.500 y US$ 5.000, principalmente en apuestas y combinaciones combinadas. “Tengo mi corredor de apuestas, pero DraftKings y las otras compañías de apuestas están prosperando en los parlays con probabilidades agresivas”, dice.

Compañías como FanDuel, PointsBet, DraftKings y otras ofrecen lo que se conoce como apuestas combinadas del mismo juego, una forma cada vez más popular de obtener acción en el juego. Steve, por ejemplo, tiene un parlay del mismo juego que une tres apuestas: Patrick Mahomes para tres touchdowns; Jalen Hurts por un touchdown por tierra; y DeVonta Smith con más de 50 yardas recibiendo. Si los tres eventos ocurren el domingo del Super Bowl, el día de pago de Steve tiene una probabilidad de 9-1.

Encontrar una ventaja para el Super Bowl es tradicionalmente difícil. El legendario vendedor de muebles y apostador deportivo de Houston, Jim McIngvale, más conocido por su nombre de juego “Mackss Mattress”, dice que no hará una de sus escandalosas apuestas multimillonarias en el Super Bowl LVII a pesar de la publicidad que trae a su cadena de muebles. “Me estoy quedando fuera de esto”, dice McIngvale, “las probabilidades son demasiado bajas”, agrega.