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A todos nos llega el final, y a los autos también: el Volkswagen Gol, un vehículo que forma parte de nuestro mercado desde hace 30 años y que fue el más vendido del país durante muchas temporadas, dejará de fabricarse a partir del año que viene.

El motivo no tiene que ver con su falta de popularidad (sigue estando entre los más demandados, aunque ya no en el puesto 1), sino con una exigencia de seguridad que, aparentemente, la alemana Volkswagen no está dispuesta a cumplir en este modelo.

Desde el 1 de enero de 2022, todos los autos 0 kilómetro que se vendan en Argentina deberán tener integrados de fábrica el Control Electrónico de Estabilidad (ESP), un elemento de seguridad que ya es obligatorio en muchos lugares del mundo y que permite un mayor control del vehículo.

El Volkswagen Gol, más allá de su fiabilidad, comodidad y eficiencia, no es un modelo demasiado tecnológico para el mercado actual, ya que se piensa principalmente para un público clase media. Por ese motivo, no cuenta actualmente con EPS y VW decidió no hacer la inversión de colocar el sistema en este modelo. Con ese “ahorro”, ingresarán al país otros autos de la marca que vengan con ese requisito cumplido desde el vamos.

Si bien la obligatoriedad del EPS en los 0 kilómetros que se vendan en el país es una medida muy beneficiosa para la seguridad de los conductores y para reducir la cantidad de accidentes de tránsito, el lobby de muchas marcas automotrices permitió estirar la fecha hasta 2022, ya que, en principio, esta medida iba a empezar a regir en 2018. Eso le permitió al Gol seguir en el mercado.

Según estudios realizados previamente, el uso del ESP lograría evitar hasta un 80% de los siniestros que ocurren por pérdida de control del auto. En cuanto a su funcionamiento, el sistema se activa de forma automática ante una maniobra imprevista o “volantazo”, quitándole potencia al motor y activando el freno, para que no haya derrapes o vuelcos.

La Organización Mundial de la Salud, por ejemplo, lo viene reclamando desde 2012.