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En contra de la corriente: por ahora, Lamborghini no hará autos eléctricos

El directivo de Lamborghini Stephan Winkelmann explicó por qué la marca italiana aún no dará el salto a un vehículo 100% sustentable

Mientras casi todas las marcas automotrices del mundo están con proyecciones de dejar atrás los motores de combustión y convertirse en fabricantes de autos eléctricos en los próximos años, la italiana Lamborghini acaba de anunciar que no tiene planes de fabricar autos 100% sustentables en un futuro cercano.

La compañía italiana de coches de lujo, que es propiedad de la alemana Volkswagen, solamente tiene en mente presentar algunos modelos híbridos, pero no hay planes de un auto puramente eléctrico al menos hasta 2030.

De acuerdo a las declaraciones de uno de los consejeros delegados de Lamborghini, Stephan Winkelmann, al medio Business Insider, el motivo es tan sencillo como banal: los usuarios de la marca la asocian con los motores grandes y ruidosos, como el V10 o el V12, y por ahora la empresa no está dispuesta a renunciar a eso.

Si bien la automotriz deberá realizar algunos cambios, ya que hay cada vez más exigencias a nivel mundial en relación a las emisiones de gases, Lamborghini buscará no comprometer su ADN de motores potentes de combustión.

“No es importante ser el primero en adoptar la tecnología, en este caso, sino ser el mejor. Tenemos generaciones que todavía miran mucho los motores de combustión, pero también nuevas que están diciendo ‘queremos que cumplas y reduzcas emisiones’. Tenemos que movernos de una forma que no diluyamos los valores de la marca”, dice Winkelmann.

Si bien no serán totalmente libres de emisiones, en 2024 saldrán a la venta tres modelos enchufables, que serán las nuevas versiones del Aventador, el Huracán y el SUV Urus, el modelo más vendido de la empresa. Desde la marca consideran que este cambio paulatino es una forma “aceptable y digerible” de que sus clientes comprendan la evolución.

Una de las metas a corto plazo de Lamborghini es, para 2025, reducir las emisiones de dióxido de carbono a la mitad.

Imágenes por: Cortesía