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Frizata con doble apuesta: expansión a Brasil y línea de dulces

La foodtech rosarina Frizata lanza un alfajor congelado y se expande al mercado brasileño, auspiciando un 2023 a puro crecimiento

Tal como dicen en su página web: “Frizata es una marca 100% nativa (rosarina) digital. Comercializa productos de manera exclusiva a través de Frizata.com. Los pedidos se realizan online y los alimentos (congelados) son recibidos en la comodidad del hogar, a la hora seleccionada. Al momento de comer, sólo resta buscar en el freezer, cocinar y ¡listo!”

Frizata celebró sus cuatro años y se consolidó como una foodtech que parece no tener techo. Hoy emplea alrededor de 160 personas y mantiene operaciones en Argentina, Chile, Brasil y Estados Unidos.

Adolfo Rouillon y José Robledo forjaron esta empresa en la ciudad de Rosario y hoy han logrado ganar el mercado de diferentes ciudades del país y del mundo.

“Aprender” es el lema de Adolfo Rouillon  ya que se trata de un aprendizaje constante que les exige innovar, aplicar tecnología, expandir mercados y explorar las distintas alternativas a la hora de elaborar alimentos congelados flexitarianos y llevarlos al consumidor.

Destaca que “el 2023 será un año complicado como el 2022, pero estamos apostando a seguir consolidándonos en el país con nuevos productos y también poniendo el foco en la ciudad de San Pablo, en Brasil”.

Y continúa describiendo su actividad:  “Estamos sumando productos nuevos, categorías de productos que no teníamos y que nuestros clientes nos piden. Por ejemplo no teníamos ningún producto dulce y los primeros que largamos días atrás es una gama de 7 helados”… “Ahora en breve estamos lanzando un nuevo producto que va a ser un alfajor convencional pero que tiene la particularidad de que se produce y se conserva congelado, pero se consume a temperatura ambiente. De esta manera lo que lográs es mantener el producto siempre fresco”.

Con el éxito de sus productos pusieron ahora el foco fuera en Brasil, específicamente en San Pablo, una ciudad donde viven 22 millones de brasileros y sumando el resto del estado paulista, se opera en un mercado de 40 millones de personas. Es decir, una Argentina completa.

“Es ahí donde estamos haciendo aprendizaje, avanzando. Ya hemos tenido más de 20 mil clientes que nos están probando y trabajando fuerte sobre categorías y productos que sean los más locales posibles”, agregó el emprendedor.

O sea que allí también hay un gran desafío: el de innovar en otro país, con otra cultura y otros gustos por los alimentos. Entonces Roullion expresa: “Hay productos que son universales como una pizza o un palito de queso, o una empanada, pero también hay productos muy locales como “picadinho” que es una carne vacuna picada que la comen con papa y arroz. Son productos de los que vamos aprendiendo y sumando para ese mercado local”.

La empresa ganó su mercado en Ciudad de Buenos Aires y Gran Buenos Aires, La Plata, Rosario, Córdoba, Santiago de Chile y Sao Paulo, y cuenta con centros de distribución para sostener la demanda.

Entendiendo la importancia de un “feedback” con sus clientes, comenta que  están “empezando a estudiar algunas iniciativas de omnicanalidad para ampliar la llegada que tenemos con nuestros productos”. Se trata de una estrategia de marketing que crea el necesario “ida y vuelta” o feedback entre una empresa o negocio y sus clientes, a través de todos los medios de contacto que tienen vigentes, ya sean físicos o digitales.

Atendiendo a la situación socio-política y económica de Argentina, Rouillon  asegura que “trabajar en Argentina es duro, es una constante adrenalina, nunca sabés por donde viene el problema. Sufrimos la volatilidad continua de la inflación, la falta de insumos, problemas con las importaciones”.

Considera que el 2023 presenta condiciones más bien “complejas” y agregó: “Nosotros importamos algunos insumos y algunas máquinas y a su vez tenemos proveedores que importan, porque la industria alimenticia requiere de muchos ingredientes e insumos importados. Es una constante de problemas, fricciones, aumentos de precios desmedidos que recibís porque todos ante la incertidumbre se cubren”.

Y asegura: “Lo que tenemos claro es que no vamos a resignar calidad de lo que hacemos. No vamos a cambiar la calidad de los productos. Haremos lo posible por seguir navegando en este escenario que es incierto. Con preocupación porque no sabés cuándo se te puede cerrar la máquina por la falta de algún insumo o algún repuesto para alguna máquina que no conseguís”.

Supieron aprovechar las ventajas de la pandemia y dicen: “La pandemia fue un gran acelerador. Nos encontró con una logística muy eficiente para llegar a las casas, con un servicio muy bueno y nos ayudó mucho”. Ya que los pedidos se multiplicaron y los horizontes se expandieron. Luego la “nueva normalidad” hizo que la situación se amesetara aunque ya con un elevado piso en cuanto a infraestructura y experiencia. “Fuera de la pandemia seguimos creciendo pero en un entorno que es mucho más lento. Creo que la propuesta de valor trasciende la pandemia: tener productos de calidad con surtido, variedad y prácticos, a precios accesibles es parte de la propuesta de valor que tenemos que seguir profundizando”

Y cierra el emprendedor ratificando que “es el momento para conocer, aprender, probar y para seguir creciendo”.

Imágenes por: Cortesía