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Hermanas rosarinas emigraron a México y triunfan con su marca de bikinis

Guillermina y Milagros Dabove son dos hermanas rosarinas que decidieron emprender en Playa del Carmen y lograron triunfar en todo el mundo

La historia de Guillermina y Milagros Dabove es de esas que impulsa, que invita a dar el paso, que hace pensar que las dudas son las que paralizan. También enseñan que hay que perseguir los sueños, incluso si para ello hay que alejarse de la familia, de las raíces, de la ciudad donde se criaron y hasta recorrer más de 6 mil kilómetros. Son dos hermanas rosarinas que decidieron emigrar a Playa del Carmen, México, y en la actualidad triunfan con La Bikineria, la marca que crearon hace más de una década, con la cual son furor no solo en este destino turístico por excelencia sino también en distintas partes del mundo donde requieren sus diseños.

Todo comenzó hace 12 años cuando fue Guillermina la que primero dio el paso, dejando atrás su trabajo como modelo en la agencia de Pancho Dotto y se animó a dar un vuelco radical en su vida para emprender. Así fue como llegó a esta paradisiaca ciudad del caribe mexicano, lugar que la maravilló un tiempo antes cuando lo visitó de vacaciones y supo que podía haber allí una oportunidad de negocio para explorar. Cargó sus bikinis, comenzó vendiendo en la playa, hasta que poco después dio un paso clave en cuanto a logística y ubicación, siendo la llegada de Milagros, hace cinco años, con quien se complementa de forma perfecta entre los roles de una y otra, otra pata fundamental para entender el éxito de estas dos hermanas rosarinas.

– ¿Cómo nació La Bikineria? 

GD: El emprendimiento de la marca La Bikineria nació hace 12 años. Yo trabajaba como modelo con Pancho Dotto en Argentina, y cuando emigré para México decidí hacer un emprendimiento y justo una marca de trajes de baño de Argentina me había contratado. Empecé vendiendo trajes de baño en mi casa, y a los tres meses empecé vendiendo en la playa. Mi marido tenía un club de playa y ahí monté en una palapita todos los bikinis. A los cinco meses de estar en la playa me ofrecen un local en la Quinta Avenida en Playa del Carmen, que es como un centro comercial enorme al aire libre, pasan muchísimos turistas de todas partes del mundo, así que no lo dudé un segundo. Me pareció una mega oportunidad y en ese momento no había tantas boutiques como la mía. En ese momento no estaban ni Zara, ni H&M, ni todas esas marcas enormes, solo había marquitas chiquitas, boutiques de diseñadores. Así que me pareció increíble abrir La Bikineria en la Quinta Avenida.

Dos hermanas rosarinas trabajando juntas, ¿se reparten los roles, cómo es la dinámica?

GD: Con mi hermana, que se vino de Argentina hace cinco años, yo hace 12 que vivo en Playa del Carmen, nos entendemos perfecto porque ella es como la cabeza de todos los números, toda la parte operativa, la que ve todo en los mayoreos, y yo estoy con la energía en el diseño. En los diseños de la ropa, de los trajes de baño, me encanta todo eso, toda mi creatividad la plasmo en mi taller y de ahí surgen ideas hermosas. 

– ¿Cuál es la clave del éxito que tiene La Bikineria?

GD: La clave siento que es ponerle energía y amor a todo lo que hacemos, creo que cuando uno pone la energía con tanto cariño, esfuerzo, y además trabajamos con artesanos de todas partes de México, tenemos nuestro taller en Playa del Carmen pero también trabajamos con gente de otros pueblos, y siento que cuando uno a estas personas les da sus horarios respetados, tienen un buen sueldo, todo se hace con mejor actitud y más ganas. Entonces el producto finalmente termina quedando hermoso y ya nace con esa energía linda, y de ahí viene el éxito: enfocarse en los valores, en las telas, que son todas algodones o sedas.

– ¿Qué fue lo más loco qué les pasó con la marca? 

GD: Lo más loco que nos pasó fue recibir a actores o actrices de acá de México, de Argentina, de todas partes. El año pasado recibimos a dos jugadores de fútbol que venían con sus esposas, así que les tuvimos que cerrar la tienda, actrices, que hay que cerrarles las puertas para que se sientan a gusto, porque la gente les saca muchas fotos y no pueden mirar tranquilos. Eso nos parece divertido y nos sentimos orgullosas del producto.

– ¿Qué metas se trazan a largo plazo y para este 2022?

GD: Nuestros objetivos son seguir creciendo, tengo un sueño, me encantaría estar en marcas que me encantan de Estados Unidos, así que sería como tratar de posicionarnos allá, pero sin prisa, tranquilas, que de a poco llegan las cosas. Creemos mucho que cuando uno quiere y lo desea, todo pasa. 

La Bikineria, la marca de estas dos hermanas rosarinas, cuenta con sus dos locales en México, el ubicado en la Quinta Avenida, una zona neurálgica de Playa del Carmen, y otro en Tulum, en plena zona hotelera. Asimismo, se puede comprar de forma online a través de su sitio web donde están expuestos la amplia gama de modelos que poseen, al igual que en su cuenta de Instagram.

Imágenes por: CORTESIA LA BIKINERIA