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Es bien sabido que no es necesario ser mayor de edad para tener una cuenta de Instagram, la popular aplicación de imágenes y videos de Meta. Sin embargo, sí hay un límite etario mínimo: 13 años. Aun así, la compañía detectó varios casos de menores de esa edad que intentan crear perfiles, motivo por el cual se está trabajando en un nuevo método de autenticación: las videoselfies.

Para evitar que jóvenes menores de 13 usen la plataforma, se están probando selfies de video que incluyen un software de análisis facial a la hora de determinar si la persona puede o no acceder a Instagram.

Las videoselfies se suman a otros dos modos de validación que se usan actualmente en Estados Unidos para esta aplicación: una imagen del documento y la confirmación por parte de tres adultos de la edad del adolescente.

A pesar de estos esfuerzos de Meta, la organización de origen británico que trabaja por la seguridad digital de los niños 5Rights Foundation, postula que están “atrasados” en esa materia.

“Las plataformas deberían dejar atrás la actitud de ‘no mires, no veas’ que ha puesto en riesgo a millones de niños. Simplemente saber la edad de sus usuarios no es suficiente”, aseguran.

En un comunicado oficial, Meta explica que la modalidad de videoselfies apunta a que los usuarios menores de edad tengan un “experiencia apropiada” en la app.

La preocupación por la seguridad de los jóvenes comenzó a crecer el año pasado, cuando ocurrió el escándalo de la ex empleada de Facebook Frances Haugen, quien aseguró que la empresa sabía de sus propias fallas de seguridad, y no tenía planes de solucionarlas. A partir de ese momento, varios estados de Estados Unidos empezaron a investigar a Instagram para saber cómo trabajaba con los niños.

Las videoselfies ya están siendo aplicadas como mecanismo de seguridad por varias empresas que tienen accesos digitales, como por ejemplo los bancos.