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El 4 de enero de 2024 quedará marcado en la historia de San Lorenzo como el día en que nació el Club Atlético San Lorenzo Futbol Club, gracias al impulso de Juan Pablo Pereyra, ex delantero de Unión, y su amigo.

El presidente de San Lorenzo FC, Giuliano Vedovaldi, un hombre de confianza y compañero de equipo de Pereyra en Unión, Estudiantes y Atlético Tucumán, entre otros, comparte la visión de formar jugadores y proyectarlos hacia la Primera División.

El Club Atlético San Lorenzo Futbol Club debutará este año en los torneos de la Liga Sanlorencina de Fútbol, afiliada a la Federación Santafesina de Fútbol. Bajo la dirección de Pereyra como coordinador general, el club iniciará su recorrido por las canchas de la provincia, enfocándose inicialmente en categorías menores e infantiles.

Aunque el sueño de muchos equipos es alcanzar la máxima categoría y enfrentarse a gigantes como Boca Juniors y River Plate, desde la Comisión Directiva de San Lorenzo FC se prioriza la formación de talentos y la construcción de un camino sólido hacia la élite del fútbol argentino.

El Club Atlético San Lorenzo Futbol Club representa más que un equipo de fútbol; es el fruto del esfuerzo, la pasión y el compromiso de quienes creen en el desarrollo deportivo y en el potencial de los jóvenes talentos locales. Con Juan Pablo Pereyra a la cabeza, San Lorenzo FC inicia un nuevo capítulo en la historia del fútbol de la ciudad de San Lorenzo.

Pereyra, quien brilló como delantero en la temporada 2011-2012 con Unión, decidió despedirse del fútbol profesional a mediados del 2022. Sin embargo, su pasión por el deporte lo llevó a embarcarse en un nuevo desafío: fundar un club de fútbol en la ciudad de San Lorenzo.

Inició su carrera en las divisiones inferiores de los prestigiosos equipos rosarinos, Newell’s Old Boys y Rosario Central, antes de dar el salto a Boca Juniors a la temprana edad de 17 años, donde fue seleccionado por el renombrado Jorge Griffa.

Su periplo continuó con su paso por Tigre, bajo la dirección de Ricardo Caruso Lombardi, ascendiendo a la Primera División y destacando como uno de los principales goleadores del equipo bajo la conducción de Diego Cagna.

Luego, en una etapa trascendental de su carrera, Pereyra se trasladó al fútbol uruguayo, debutando con gol en su primer partido con Nacional y participando en la Copa Libertadores, demostrando su habilidad y compromiso en el terreno de juego.

El siguiente destino fue Atlético Tucumán, donde contribuyó significativamente al ascenso del equipo a la Primera División. Posteriormente, se unió a Estudiantes de La Plata, donde logró consagrarse campeón del Torneo Apertura 2010, jugando un papel fundamental en la consecución del título.