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Tras la gran repercusión que tuvo la reapertura de Posta 36, como bar con tarjeta anticipada, la Municipalidad dio marcha atrás y suspendió el decreto que habilitaba a los salones de fiesta a abrir como bares o restaurantes. La medida es por diez días para readaptar el protocolo.

“Queremos ajustar cuestiones normativas y de protocolo, porque el vigente era el de los gastronómicos y aquí la estructura y el modelo de negocios es diferente. Queremos que sean una alternativa segura para las personas que asistan”, explicó el secretario de Desarrollo Económico, Sebastián Chale.

El decreto 983/2020 permitía funcionar a los salones de fiesta con un fin gastronómico para poder reactivar el negocio y poder obtener algún ingreso ante la imposibilidad de organizar grandes eventos.

Este último fin de semana se conoció que el salón de fiesta Posta 36, ubicado en la zona norte de la ciudad, abrió sus puertas y surgió la controversia con otros lugares.

“Tenemos que evaluar todos los casos, con los salones más chicos y con menos herramientas que Posta 36. Hay mucha gente vinculada con el sector y queremos dar una mano para reactivarlo”, explicó el funcionario.

“En estos diez días vamos a estar trabajando con referentes del sector para que puedan retomar las actividades bajo un marco distinto y tomando el mayor resguardo porque este es un paliativo que podemos ofrecer ante la proliferación de las fiestas clandestinas”, concluyó Chale.

POSTA 36
La polémica generada por la apertura de Posta 36 fue por la venta anticipada de entradas, con un valor de mil pesos para mujeres y dos mil pesos para hombres con “todo incluido”, además de la gran cantidad de asistentes y la música elevada, con clima de boliche. Sumado a la gran cantidad de autos que se observaron en el lugar, ante la prohibición de utilizar los vehículos después de las 20 para personas que no trabajen en rubros esenciales.