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Un proyecto ambicioso respaldado por la Universidad de Morón y Juan Román Riquelme que contempla no solo la modernización del estadio, sino una integración con la ciudad y una visión sostenible.

En esta visión, se planea la adición de un innovador edificio metálico en el ala este de la cancha. Este espacio no solo albergaría áreas gastronómicas, sino también actividades que funcionarían continuamente más allá de los eventos deportivos. “Queremos evitar que la Bombonera se convierta en una estructura inactiva los días no futbolísticos, sino que sea un espacio activo toda la semana”, comenta el arquitecto encargado del proyecto.

La integración entre lo antiguo y lo nuevo se lograría a través de una piel independiente de la estructura, otorgando al estadio una nueva imagen. Esta piel ofrecería espacios versátiles, como palcos en las alturas, nuevas tribunas, cubiertas verdes transitables, recolectores de agua de lluvia e invernaderos dentro de semi esferas generadas por estas vainas. Es crucial destacar que el flujo público de personas estaría separado de la fachada principal del estadio.

Además, se ha rediseñado la propuesta urbana para establecer un amplio parque en los alrededores del estadio. “Queremos crear un espacio verde que conecte distintos parques, sumando un tren turístico que vincule La Boca con Puerto Madero”, agrega el arquitecto.

El proyecto tiene como meta alcanzar una capacidad de 85,000 espectadores, equiparándose así a otros estadios destacados en América Latina. Además, busca modernizar integralmente las instalaciones, llevando al estadio a estándares del siglo XXI. Borrachia enfatiza que la propuesta no solo se concentra en la mejora física, sino en integrar el estadio con la ciudad, optimizando la movilidad durante los días de partido.

No es menor mencionar que una empresa brasileña, Andrade Valladares, se muestra dispuesta a invertir US$100 millones en este proyecto, incluyendo la compra de las dos medias manzanas adyacentes a los palcos actuales. Esta financiación, proveniente de una compañía con experiencia en la construcción de estadios de renombre, podría hacer realidad la visión proyectada.

Se estima una duración de cinco años para la obra, explorando alternativas para mantener eventos deportivos durante la construcción. Además, se contempla un estacionamiento subterráneo para solucionar problemas de congestión vehicular en la zona durante los partidos.

“El candidato que nos convocó originalmente retiró su postulación y se unió a la candidatura oficial liderada por Riquelme. Ahora, nos encontramos con dos propuestas claras: la nuestra y la de la oposición, encabezada por Mauricio Macri y Andrés Ibarra”, señala el encargado del proyecto. Sin embargo, Spataro ha puesto el proyecto al servicio del club, independientemente de quién resulte ganador.