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Los cinco indicadores del Sistema Educativo de Argentina

En el marco del Día de la Alfabetización, la Universidad de Belgrano analizó varios parámetros del Sistema Educativo de Argentina

En el marco del Día de la Alfabetización, el Centro de Estudios de la Educación Argentina de la Universidad de Belgrano (CEAUB) refresca cinco indicadores clave que definen el panorama educativo actual en Argentina y reflejan importantes desafíos en la formación docente, las brechas educativas entre provincias y el rendimiento académico, así como en la graduación universitaria. Todo este, en los siguientes parámetros del Sistema Educativo de Argentina:

1) La graduación de nuevos docentes crece menos que la población a escolarizar

 En los últimos años, la matrícula en la carrera de Formación Docente del nivel Superior no Universitario (SNU) ha experimentado un notorio crecimiento en Argentina, superando incluso el aumento de la población en edad escolar obligatoria. Sin embargo, la graduación docente no ha seguido la misma tendencia, registrando en 2021 una disminución del 44.4% en la cantidad de docentes graduados por cada 100 estudiantes en comparación con 1996. Además, se destaca una marcada disparidad entre los sectores de gestión, con 8 docentes graduados por cada 100 estudiantes en el sector estatal y 18 en el sector privado. Estos indicadores evidencian desafíos en la formación docente y revelan diferencias notables entre los sectores educativos.

2) Sólo 14 de cada 100 alumnos del nivel primario acceden al beneficio de la jornada escolar extendida en las provincias argentinas

En Argentina, solo el 13,7% de los estudiantes de nivel primario tuvo acceso a la Jornada Escolar Extendida en 2021, un aumento del 54% desde 2011, lo que implica 4,8 puntos porcentuales más. Sólo nueve provincias superan este promedio (Córdoba, CABA, Catamarca, Tierra del Fuego, Río Negro, La Pampa, Chubut, Salta y San Juan) y aunque ha habido mejoras en la implementación de la Jornada Extendida, aún estamos lejos de alcanzar los estándares establecidos por las leyes pertinentes. Esta brecha en el acceso a jornadas extendidas plantea desafíos significativos en la equidad educativa. 

3) Crecientes disparidades educativas entre las provincias argentinas

La pandemia tuvo impactos divergentes en las provincias argentinas y en las escuelas estatales y privadas. Los resultados de la evaluación Aprender 2021 revelan una disminución en el nivel de conocimiento de los estudiantes de sexto grado en Lengua y Matemática en 2021 en comparación con 2016. Esta disminución se ha observado principalmente en el sector de gestión estatal, con un decrecimiento del 35,6% en Lengua y un 24,3% en Matemática. Además, el calendario escolar de Argentina, con 180 días de clase, queda por detrás de la media de la OCDE y otros países latinoamericanos, lo que impacta negativamente en la educación de nuestros jóvenes.

4) Reducida graduación universitaria: tenemos más matriculados que Brasil y Chile, pero menos graduados

Argentina tiene la mayor proporción de estudiantes universitarios, con 557 por cada 10,000 habitantes, superando a Brasil (408) y Chile (355). Sin embargo, en términos de graduación, Argentina presenta solo 31 graduados por cada 10,000 habitantes, mientras que Brasil tiene 61 y Chile 55. Esta brecha se refleja en la eficacia de graduación, con Argentina graduando solo 28 de cada 100 ingresantes en 2017, en comparación con los 46 de Brasil y los 69 de Chile. Chile lidera con 80 graduados por cada 100 ingresantes en 2021, seguido de Brasil con 34 y Argentina con 20. Estos datos subrayan los desafíos en el sistema de educación superior argentino en comparación con sus vecinos.

5) Se estancó la matriculación de alumnos en los niveles inicial, primario, secundario y superior no universitario, tanto en la gestión pública como privada

Esto se traduce en una disminución gradual de la cantidad de estudiantes a lo largo de sus recorridos escolares. A nivel nacional, solo el 53% de los estudiantes que inician en primer grado llegan al último año de la escuela secundaria en el tiempo esperado, 12 años después. Las diferencias regionales son evidentes, con algunas provincias superando el promedio nacional en este aspecto. Además, sólo el 16% de los alumnos que comienzan en primer grado llegan al último año dentro del tiempo previsto y con un nivel adecuado de competencia en lengua y matemática.

 

Imágenes por: Cortesía