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Con el arroz sustituyendo a la leche como principal diferencia, algunos países de Europa ya pueden disfrutar de KitKat V, la versión vegana de los mundialmente famosos chocolates de la compañía suiza Nestlé.

Son 15 las naciones del “Viejo Continente” en las que ya se lo puede conseguir, aunque a un precio algo más elevado que el tradicional: mientras que la versión clásica estaba entre los 60 y 70 peniques, el V costará 90. La explicación, según la empresa, está en los costos de producción, en el valor de sus ingredientes y en las estrictas medidas de limpieza que exigen este tipo de productos.

¿Por qué se decidió hacer una alternativa del KitKat sin insumos de origen animal? De acuerdo a Corinne Gabler, jefa de confitería de Nestlé, una investigación de la compañía arrojó como resultado que un 40% de sus consumidores “están interesados en hacer una transición a una dieta más basada en plantas, por lo que podría ser un mercado importante en el ámbito de la confitería”.

Nestlé no es la primera multinacional chocolatera que le apunta al nicho veggie: su compatriota Lindt & Spruengli ya vende las barras Hello a base de leche de avena, Mars comercializa versiones veganas de sus productos Bounty, Topic y Galaxy y Cadbury tiene en el mercado la barrita Plant Bar.

No obstante, este tipo de apuestas no siempre tiene resultados óptimos: en Inglaterra, el supermercado más grande del país, Tesco Plc, decidió dejar de vender los chocolates veganos Galaxy de Mars por problemas con el etiquetado. Del lado de los consumidores, Nestlé ya se ha chocado antes contra una pared, como cuando su Milkybar Wowsomes, que no era vegana, pero tenía un 30% menos de azúcar, fue retirada de las góndolas por el poco interés del público.

Más allá de lo que pueda pasar, la chocolatera suiza tiene grandes esperanzas en KitKat V. En primera instancia, producirá 300 toneladas de este tipo de barritas.