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El Gobierno argentino de Javier Milei ha anunciado su compromiso con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para implementar aumentos sustanciales en las tarifas de servicios esenciales a partir de febrero. Se espera un incremento superior al 200% en las boletas de luz y del 150% en el caso del gas, con proyecciones de ajustes mensuales. Estos pasos son fundamentales para la estrategia de equilibrio fiscal propuesta por el ministro de Economía, Luis Caputo, con el objetivo de reducir los subsidios energéticos en 0,5 puntos del PBI durante el año 2024.

Según el staff report aprobado por el Directorio del FMI en la séptima revisión del programa argentino, se establece que la consolidación del gasto inicialmente se basará en un ajuste del 3% del PBI. Dentro de las medidas sugeridas, se destaca la reducción de subsidios energéticos ineficientes, con aumentos iniciales en las tarifas eléctricas y de gas. Además, se ratifica la implementación de un nuevo esquema de asistencia basado en una canasta básica energética.

El Gobierno también planea aumentar la recaudación a través de la actualización del impuesto a los combustibles líquidos, buscando compensar el retiro del capítulo fiscal de la ley ómnibus. Este ajuste no solo reemplazaría el aumento en las retenciones propuesto en el proyecto legislativo, sino que también generaría ingresos adicionales para las provincias. Estas medidas buscan fortalecer la posición fiscal del país y garantizar el cumplimiento de los compromisos asumidos con el FMI.

La implementación de aumentos mensuales y continuos en las tarifas de energía afectará directamente el bolsillo de los ciudadanos. Además, se destaca la próxima subida en las tarifas de transporte urbano, que incluirá colectivos y trenes en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). Se aclara que aquellos que reciben asistencia social estarán exentos de estos ajustes, y se prevé un recorte del 0,2% del PBI en subvenciones.

Estas medidas, aunque destinadas a fortalecer la posición económica del país, enfrentarán desafíos significativos. Se espera una reacción de la sociedad ante los aumentos en los servicios básicos, lo que podría generar tensiones sociales. Además, el Gobierno deberá gestionar cuidadosamente la implementación de estas medidas para evitar un impacto desproporcionado en los sectores más vulnerables.

El camino hacia el equilibrio fiscal planteado por el Gobierno argentino implica desafíos y cambios significativos en la vida cotidiana de los ciudadanos. La comunicación transparente sobre los motivos y beneficios de estas medidas será esencial para ganar la comprensión y el apoyo de la población. La implementación exitosa de estas estrategias será crucial para la estabilidad económica y la consecución de los objetivos acordados con el FMI.