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La expectativa en Newell’s crece a medida que se acerca el inicio de la Copa de la Liga, fijada para fines de enero. El equipo, bajo el liderazgo de Mauricio Larriera, intensifica su preparación física y anhela la llegada de refuerzos cruciales: un defensor, un delantero y, en el epicentro de las ilusiones, Éver Banega.

Si bien el acuerdo con el volante está consolidado entre la directiva y el jugador, un último paso crucial espera: su desvinculación oficial del Al Shabab, su equipo en las últimas temporadas. Ignacio Astore, presidente del club, señaló que “faltan detalles; aún debe oficializar su salida de Arabia”. Se espera que este proceso se concrete durante el fin de semana o a inicios de la semana entrante, facilitando así su regreso a la institución tras cuatro años en Arabia Saudita, disputando 118 encuentros con el equipo saudí.

Banega, proyectado para un contrato inicial de dos años más una opción adicional, se considera una pieza clave en el esquema del entrenador. Su regreso genera gran expectativa entre los seguidores y se alinea con el proyecto deportivo del club.

En paralelo, el foco también está en Juan Ignacio Ramírez, delantero uruguayo en la mira de Newell’s. Aunque Larriera insiste en su contratación, Ramírez, actualmente en Nacional, aguarda por definiciones sobre su futuro, consciente del interés de Newell’s y su disposición a sumarse al equipo.

La incertidumbre radica en la respuesta que aguardan desde Uruguay, donde Nacional y Liverpool, propietarios compartidos de su pase, deben evaluar la propuesta leprosa. El jugador ve con buenos ojos la posibilidad de unirse al equipo, lo que incrementa la expectativa en torno a su posible llegada.

Mientras tanto, Newell’s avanza en su preparación física para encarar el desafío en la Copa de la Liga, sabiendo que la concreción de estas gestiones resulta crucial para fortalecer su plantel de cara al torneo venidero.