Obsolescencia programada, el motivo del “apagón” de muchos celulares
Para darles un tiempo de vida útil limitado, muchas marcas usan la obsolescencia programada como forma de rotación de dispositivos
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Para darles un tiempo de vida útil limitado, muchas marcas usan la obsolescencia programada como forma de rotación de dispositivos
En una era en la que los teléfonos celulares son prácticamente una extensión de nuestras manos, cuando salir de casa sin el Smartphone es sinónimo de desesperación, casi a nadie le sorprende el hecho de que, después de algún tiempo, el equipo empiece a fallar o deje de funcionar. Ese “desgaste por el tiempo” es lo que muchas empresas fabricantes definen como “obsolescencia programada”.
Básicamente, el término refiere a ponerle un tiempo de vida límite a los equipos que compramos. Es decir, por más que el teléfono no haya sufrido ningún golpe, sobrecarga energética o que esté “explotado” en cuanto a uso de software, en algún momento dejará de funcionar.
Se sabe desde hace tiempo que existe esta programación original de los teléfonos con fecha de vencimiento. No obstante, lo que se empieza a descubrir ahora es que las metas de las marcas es que los usuarios debamos comprarnos uno nuevo ante la imposibilidad de seguir usando el mismo.
Las técnicas de los fabricantes apuntan a reducir la usabilidad de los teléfonos con el paso del tiempo para que los compradores los renueven. Es por eso que, en muchos casos, las reparaciones de ciertas fallas o los repuestos son tan caros que, con un poco más de dinero, uno puede comprarse un teléfono nuevo.
Tal importancia tiene el tema, que la Procuraduría Federal del Consumidor de México habla de tres tipos de obsolescencia programada:
Funcional y tecnológica: cuando efectivamente hay una falla técnica o rotura en el dispositivo
De calidad: ocurre cuando los problemas de la primera categoría, ocurren tras un tiempo de uso corto
Psicológica: tiene que ver con la instalación de la idea de que el dispositivo que tenemos deja de ser nuevo y que nos estamos “quedando atrás” con los modelos, independientemente de en qué estado esté el teléfono
En Francia, por ejemplo, la obsolescencia programada es considerada un delito. Por eso, quienes fabrican celulares deben aprobar los criterios de durabilidad y los estándares de medición, prueba y verificación.
Otro proceso que está empezando a suceder a nivel global para enfrentar estas situaciones es la llamada “producción de ciclo cerrado”, es decir, la ampliación de la vida útil de los dispositivos que usamos diariamente y del uso de procesos de reciclaje de los mismos, para evitar peligros para la vida humana y el medo ambiente. En este sentido, también se está apuntando a que los plazos de garantía ante problemas técnicos o roturas sean más extensos desde el momento de la compra.
Imágenes por: Cortesía