VIVO247.com

La situación laboral en Argentina presenta un panorama complejo donde la formación universitaria no garantiza la inserción en el mercado laboral. A pesar de haber registrado tasas de desocupación más bajas en los últimos años, el desafío de conseguir empleo sigue siendo una realidad para una considerable cantidad de personas. ¿Cómo impacta la educación terciaria en este escenario? ¿Cuáles son los desafíos que enfrentan los universitarios en búsqueda de empleo?

En un país donde la educación universitaria se valora como una herramienta fundamental para el desarrollo personal y profesional, resulta alarmante constatar que uno de cada cuatro desempleados posee estudios universitarios. Según datos del Ministerio de Trabajo de la Nación, basados en cifras del INDEC, un 31,5% de los desocupados en Argentina tienen formación terciaria.

Esto se traduce en más de 275 mil personas que, a pesar de su preparación académica, enfrentan dificultades para acceder a oportunidades laborales. Dentro de este grupo, las mujeres son las más afectadas, representando la mayoría de los desocupados con educación universitaria.

Sin embargo, la situación no es homogénea. Por otro lado, se observa que los trabajadores con educación terciaria también conforman una parte significativa de la población ocupada. De acuerdo con estadísticas del Ministerio de Trabajo, en los principales aglomerados urbanos del país, el 39,3% de las personas con empleo tienen estudios universitarios.

Esto evidencia una alta competencia en el mercado laboral, donde la formación universitaria se ha vuelto casi indispensable para acceder a ciertos puestos. Sin embargo, incluso entre los empleados, la informalidad laboral es un problema persistente. Se estima que más de 800 mil trabajadores universitarios se encuentran en la informalidad, una cifra preocupante que refleja la precarización del empleo.

La situación se agrava al considerar que una parte significativa de la población ocupada se encuentra en una situación de empleo precario. Según datos del INDEC, el 14,8% de la población económicamente activa en áreas urbanas son ocupados demandantes de empleo, lo que significa que, a pesar de tener trabajo, buscan activamente otro empleo.

Este escenario se ve reflejado en las intenciones de contratación de las empresas. Un estudio realizado por Bumeran revela que solo el 65% de los especialistas en recursos humanos tiene planeado contratar nuevos empleados en 2024, lo que representa una disminución con respecto a años anteriores. Esta tendencia refleja un clima de incertidumbre en el mercado laboral argentino, donde la búsqueda de empleo se vuelve cada vez más desafiante.

En resumen, la situación laboral en Argentina presenta desafíos significativos para los universitarios, quienes a pesar de su formación académica, enfrentan dificultades para acceder a empleo formal y de calidad. La alta competencia en el mercado laboral y la persistencia de la informalidad son obstáculos que requieren acciones políticas y sociales para su mitigación. Es fundamental trabajar en políticas que promuevan la creación de empleo y la formalización laboral, así como en programas de capacitación y inserción laboral para los sectores más vulnerables. Solo así se podrá garantizar un futuro laboral más justo y equitativo para todos los argentinos.