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El contexto de desaceleración en las ventas de vehículos nuevos, reflejado en una caída del 27,4% en los patentamientos de 0km durante el primer bimestre, ha comenzado a influir en las políticas de precios de las automotrices. Siguiendo los pasos de Toyota, que la semana pasada optó por mantener los precios de su pick up Hilux, Nissan anunció que no aplicará aumentos en la gama de su pick up Frontier para el mes de marzo.

Los precios oficiales difundidos por la marca japonesa revelan que la línea de la Frontier fabricada en Córdoba conservará los mismos valores que en febrero. Entre las versiones destacadas se encuentran:

Frontier S 4×2 manual $ 33.705.300
Frontier S 4×2 automática $ 34.634.900
Frontier S 4×4 manual $ 34.637.700
Frontier XE 4×2 automática $ 43.662.500
Frontier Platinum 4×4 automática $ 54.229.000
Frontier Pro4x 4×4 automática $ 55.537.500

Por otro lado, mientras que los precios de las pick ups se mantienen estables, Nissan aplicó aumentos de alrededor del 10% en algunos modelos de automóviles. Por ejemplo, la versión de entrada del Nissan Versa (Sense) experimentó un incremento de casi dos millones de pesos, pasando de $ 20.400.000 en febrero a $ 22.848.000 en marzo. Por su parte, la variante tope de gama (Exclusive) aumentó de $ 26.780.000 a $ 27.200.000.

Este movimiento de Nissan se suma al de Toyota, que también optó por no ajustar los precios de su pick up Hilux, aunque sí aplicó aumentos en sus modelos de autos. La decisión de ambas marcas llega en un momento en que el resto de los competidores del segmento de pick ups ha aplicado subas más moderadas, del orden del 5%.

Ford, con su Ranger fabricada en Pacheco, presenta precios que van desde los $ 33.410.000 hasta los $68.082.000. Renault, con su Alaskan producida en Córdoba, ofrece modelos que van desde los $ 38.339.626 hasta los $ 57.535.568. Por su parte, Chevrolet, con su S10 importada de Brasil, mantiene sus precios en marzo al mismo nivel que en febrero: $ 40.743.900.

El mercado de vehículos nuevos ha experimentado una serie de cambios significativos en los últimos meses, marcados por la devaluación del dólar oficial y la consecuente suba de precios. Sin embargo, la retracción en las ventas ha llevado a algunas marcas a adoptar estrategias de congelamiento de precios o aumentos más moderados, en línea con la inflación mensual. Esta tendencia sugiere un cambio en las reglas del juego en el sector automotor argentino, donde las marcas buscan adaptarse a un mercado cada vez más desafiante.