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A pesar de que estimaba recaudar unos 3,5 millones de dólares, la casa de subasta Christie’s, de Paris, celebró la venta al mejor postor de un manuscrito original del científico alemán Albert Einstein sobre la Teoría de la Relatividad en U$S 13.113.130,40.

Se trata de un documento de 54 páginas escrito a mano con bolígrafo negro por el genio, el cual fue rescatado y archivado por su amigo de la vida y colega suizo Michele Besso. Ambos habían descubierto en 1913 que los cálculos del perihelio en la órbita de Mercurio tenían algunas fallas. Entonces comenzaron a realizar todo tipo de anotaciones por doquier al respecto. Seis meses después, no habían llegado a ningún lado. En ese tiempo de trabajo, se generaron las 54 hojas que se subastaron esta semana.

Esa documentación quedó en manos de Besso, ya que Einstein no era muy reconocido por su orden y mucho menos por archivar información. En 1914, el suizo decidió ordenar todo lo que su amigo había escrito el año previo y lo guardó. Esa información permaneció “encajonada” hasta el fallecimiento del alemán en 1955.

Sin embargo, más allá de las primeras investigaciones que no llevaron a ningún lado, Einstein y su equipo siguieron trabajando y dos años después patentarían la Teoría de la Relatividad General, con la cual cambió por completo la forma de analizar el comportamiento del universo y comenzaron a dejarse atrás algunos antiguos postulados de Isaac Newton.

Más allá de sus descubrimientos y de lo que su figura representa en la comunidad científica, Einstein también fue (y sigue siendo) un estandarte para muchos amantes de la ciencia por haber roto los estándares de cómo debe ser un científico, instalando el “personaje” de loco que no tiene problemas en indagar sobre cualquier cosa y no creer todo lo que viene prestablecido.

Los documentos subastados contienen, según Vincent Belloy, de la casa Christie’s, algunos errores cometidos por el alemán en los comienzos de la Teoría de la Relatividad. Si bien no se hizo público el nombre del comprador, los subastadores aseguran que la oferta de este manuscrito “atrajo a coleccionistas de todo el mundo que reconocieron la importancia del documento”.

“Einstein es alguien que tomó muy pocas notas, por lo que el mero hecho de que el manuscrito sobreviviera y llegara a nosotros ya lo hace extraordinario. Por eso, hay mucho que agradecerle a Besso”, aseguraron desde Christie’s.

En mayo de este año se había subastado una carta enviada por Einstein donde aparecía la famosa fórmula E = mc² por U$S 1,2 millones.