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Tres de los más exitosos deportistas de este siglo, dos de ellos aún activos y uno recientemente retirado, decidieron hace un tiempo compartir una inversión completamente por fuera del deporte. Se trata de los españoles Rafael Nadal y Pau Gasol y el portugués Cristiano Ronaldo, quienes tienen la propiedad del exclusivo restaurante Tatel.

El establecimiento nació en Madrid en 2014 y tres años después se expandió a Ibiza. Luego de la pandemia, los tres jugadores decidieron cruzar el Atlántico y meterse en una de las zonas más caras de Estados Unidos, Beverly Hills, en Los Ángeles (California).

El concepto de Tatel fue ideado por la exitosa dupla gastronómica Manuel Campos Guallar – Abel Matutes Prats. Actualmente, este sitio de lujo vive un gran momento en España, por eso la posibilidad de la inversión norteamericana. A cargo de la cocina está Luigi Fineo, propietario de una estrella Michelin.

Como puede leerse en su sitio Web, Tatel “representa la quinta esencia del espíritu acogedor y lúdico que caracteriza a los restaurantes españoles”.

En la “sucursal” de la capital española, el restaurant se usa para muchísimas publicidades y también para eventos relacionados a las ficciones. Allí se presentó, por ejemplo, la última temporada de La casa de Papel. Tatel Ibiza, por su parte, fue elegido como uno de los 25 mejores restaurantes del mundo para el medio USA Today.

Uno de los propietarios, Rafa Nada, fue quien se encargó de contar la noticia de la nueva apertura en las redes sociales: “Aquí está. La familia Tatel sigue creciendo. Muy feliz de anunciar la apertura de Tatel Beverly Hills. La experiencia Tatel ahora también se puede disfrutar en el corazón de esta icónica ciudad”, publicó el tenista.

La nueva casa estará en North Canon Drive, una prestigiosa calle de Beverly Hills. En la carta se podrán encontrar recetas internacionales, con España a la cabeza, por supuesto. Quienes quieran comer allí, deberán desembolsar, en promedio, unos 55 euros.

Para la entrada, algunas de las opciones serán salmorejo cordobés, croquetas, jamón ibérico, ensaladilla rusa, arroces, bogavante, carabinero, almejas, chipirones, fideuá y risotto. Como platos de mar, habrá bacalao negro y atún rojo, mientras que, entre las carnes de tierra, los destacados son solomillo, milanesa con trufa o chuletas de cordero lechal de Castilla braseada.

Los postres también serán tope de gama: queso brie, helado de turrón de Jijona, tarta árabe y de chocolate, entre muchas otras variantes.

Tampoco faltará la música en vivo y los cócteles, tanto tradicionales como algunas creaciones propias.