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Las universidades públicas están a punto de comenzar el año lectivo en un estado de alerta y movilización debido a la falta de fondos. Las instituciones nacionales están solicitando al gobierno que actualice el presupuesto para poder garantizar su funcionamiento adecuado.

Con los montos asignados en 2023 y prorrogados para este año, las universidades podrían funcionar hasta abril, pero algunas ya advierten que el inicio de clases está en peligro. Otras están pidiendo una mejora en los canales de diálogo, mientras que algunas se ven obligadas a ajustar su oferta académica para hacer frente a la situación.

El gobierno ha decidido prorrogar el presupuesto del año pasado para este año, pero con la inflación en aumento (25,5% en diciembre y 20% en enero), las universidades enfrentan dificultades para cumplir con funciones básicas más allá de abril o mayo. Además, no ha habido avances significativos en las negociaciones salariales para docentes y trabajadores no docentes.

Ante esta situación, algunas universidades están implementando estrategias de recorte en la oferta académica para reducir gastos, mientras que otras están cuestionando si podrán comenzar el ciclo lectivo. La Universidad de Buenos Aires (UBA) expresó su “extrema preocupación” y está solicitando un presupuesto actualizado al gobierno. La Universidad Nacional de Quilmes, por su parte, podría declarar la emergencia económica la próxima semana.

En la Universidad Nacional de Río Cuarto también están preocupados por la falta de fondos, ya que el presupuesto prorrogado desde 2023 no cubre el creciente ritmo inflacionario. Esto afectaría el pago de servicios, becas, insumos para la enseñanza e investigación, entre otras actividades.

La situación es similar en otras universidades. El rector de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) señaló que será difícil seguir adelante más allá del primer semestre si no hay cambios en la situación presupuestaria. La falta de avances en las negociaciones salariales agrava la situación, ya que los trabajadores están perdiendo poder adquisitivo frente a la inflación.

A diferencia del gobierno anterior, donde Educación tenía un ministerio exclusivo, ahora los gremios y las autoridades universitarias están dialogando con funcionarios del Ministerio de Capital Humano. Sin embargo, hasta ahora no se han logrado avances significativos.

Ante esta crisis, algunas universidades ya han tenido que tomar medidas. La Universidad Nacional de Quilmes, por ejemplo, comunicó a sus estudiantes que debido al congelamiento presupuestario, algunas ofertas académicas se reducirán y ya no será posible costear cursos adicionales ni contratar docentes extra.

Mientras tanto, a nivel provincial, la situación es diferente. El gobernador bonaerense Axel Kicillof ha anunciado medidas para jerarquizar el área de ciencia y tecnología, reconociendo el papel fundamental de las universidades en el desarrollo productivo y social de la sociedad. Sin embargo, a nivel nacional, la situación es preocupante, con un futuro incierto para las universidades públicas si no se toman medidas urgentes para garantizar su financiamiento adecuado.