Vacaciones en Chile: cuánto cuesta cruzar la Cordillera
Con la reapertura de las fronteras y la no obligatoriedad de la cuarentena, pasar las vacaciones en Chile vuelve a ser una opción
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Con la reapertura de las fronteras y la no obligatoriedad de la cuarentena, pasar las vacaciones en Chile vuelve a ser una opción
Pensar las próximas vacaciones en Chile vuelve a ser una alternativa para turistas de Argentina y varios países de Latinoamérica, especialmente tras la reapertura de fronteras para ingresar a la nación trasandina.
Actualmente, para entrar a Chile solamente se exige el calendario de vacunación completo y un test PCR negativo.
Así, cruzar la Cordillera desde Argentina se presenta nuevamente como posibilidad, y los chilenos reciben la noticia con mucha alegría, ya que el turismo argentino en el país había bajado en 2019 y fue prácticamente inexistente en 2020. Y lo mismo pasó con las visitas desde otros lugares del mundo.
Para ponerlo en números, los extranjeros que estuvieron de vacaciones en Chile en 2019 fueron 4.500.000, un 21% menos que en 2018. La Subsecretaria de Turismo chilena informó que la merma de las visitas argentinas fue parte de la explicación: se registraron un millón de personas menos.
Parte de la explicación tiene que ver, por supuesto, con la devaluación del peso argentino, lo que dejó de hacer de Chile un país “barato” para vacacionar.
Actualmente, quienes quieran irse a Chile deberán pensar casi exclusivamente en un vuelo desde Ezeiza, ya que no salen aviones desde otros aeropuertos al país vecino y prácticamente no hay ofertas en colectivo, ni siquiera desde Mendoza, una de las provincias limítrofes. Al día de hoy, para viajar este verano, los pasajes aéreos rondan los $26.000.
En cuanto al alojamiento, una habitación doble con desayuno en un hotel cinco estrellas en Santiago tiene valores promedios de entre U$S 100 y U$S 120 por noche. Un departamento, también para dos personas, cuesta alrededor de U$S 120 la noche, mientras que el alquiler de un monoambiente arranca en los U$S 60. En otras ciudades turísticas del país, los valores están un poco más bajos.
En cuanto a la comida, la “chatarra” sigue siendo la opción más viable: un combo tradicional en un local de fast food ronda los U$S 6,50. Por unos U$S 7 se puede apuntar a almorzar o cenar en un restaurante “barato”. Si nos movemos a zonas de mayor nivel de la capital chilena, un almuerzo ejecutivo puede costar unos U$S 12 ($2.040), mientras que una cena de tres pasos para dos en una buena zona gira en torno a los U$S 40.
Para quienes esté de vacaciones en Chile y quieran alejarse del ruido de Santiago, Valparaíso y La Serena son siempre dos alternativas muy cómodas.
Valparaíso está a unas dos horas de la capital y pueden conseguirse boletos en micro por $560. En cuanto a la hotelería, hay opciones desde U$S 75 por noche para dos. El viaje a La Serena es más largo, unas seis horas por tierra, y tiene un costo de $2.700. Allí, las tarifas para una noche en un hotel cuatro estrellas rondan los U$S 90.
Finalmente, respecto a hacer compras, la electrónica, si bien dejó de ser el gran atractivo que era hace algunos años, sigue siendo muy conveniente de comprar: un televisor 4K ultra HD, por ejemplo, puede conseguirse en Chile por $90.000, mientras que aquí está en $170.000; un teléfono celular que en Argentina se consigue a $34.000, del otro lado de la Cordillera de los Andes cuesta algo más de la mitad; por una notebook gamer que acá se consigue por $250.000, en Chile te podés ahorrar hasta $100.000. Más allá de estos precios, hay que recordar que se deben pagar impuestos en Aduana por compras superiores a los U$S 500.
Imágenes por: Cortesía