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Vinos y licores: las 10 botellas más caras del mundo

Arrancando más allá de los U$S 100.000, las botellas más caras del mundo incluyen características que los hacen exclusivas

Los números, indudablemente, suenan totalmente alocados si pensamos que se trata de bebidas alcohólicas, ya sean vinos, licores o destilados. Pero lo cierto es que el ranking más recientemente publicado por The Gourmet Journal especificó cuáles son las diez botellas más caras del mundo y las cifras asustan.

Hablamos de ejemplares que no se consiguen fácilmente y por los cuales, en muchos casos, se abonaron sumas estratosféricas en subastas.

La más “barata” entre las botellas más caras del mundo es la de un vino blanco Cahteau d’Yquem 1811, la cual fue comprada por un empresario indonesio por U$S 117.000 para celebrar sus 50 años de carrera. De más está decir que, del contenido, no quedó nada tras la fiesta.

Subiendo un poco más en las cifras, hay que llegar hasta los U$S 275.000 abonados por la champaña Heidsieck 1917. Su valor se explica en que fue transportada en un barco que iba de Suecia a Rusia, el cual fue hundido por un misil de la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, en el fondo del mar, las botellas permanecen casi intactas.

Por un Chateau Cheval Blanc 1947 se pagaron U$S 304.375. Lo vendió la casa Chrities, desde donde aseguraron que se trata de “uno de los más grandes Bordeaux de todos los tiempos, no sólo por su rara calidad, sino por su longevidad, puede aún guardarse otros 50 años sin ningún problema”.

En el puesto 7 aparece un Macallan de 64 años en botella Lalique, un whisky por el que pagaron U$S 460.000. A la delicia propia del destilado, en este caso se suma la joyería para hacer la botella.

Por medio millón de dólares, un comprador se quedó con una botella de 6 litros de vino californiano Screaming Eagle. El enólogo que lo produjo no podía creerlo: “lo bebes y ya no está, mi cerebro no lo entiende”.

Entrando al Top 5, el brandy Mendis Coconut se vendió en U$S 1 millón. Se lanzó a la venta en 2007 tras haber sido elaborado en barricas de madera Hamilla.

Por la misma suma cambió de dueño un Vodka escocés Diva, cuya botella tiene incrustadas gemas, cristales y piedras preciosas.

La tercera entre las botellas más caras del mundo es la de Coñac Henri IV Dudognon Heritage, por la que pagaron U$S 2 millones. El envase es de oro y diamantes y aseguran que el líquido “captura la esencia y la perfección de esta bebida”.

Por su botella de platino con piedras preciosas incrustadas, el tequila Ley Pasión Azteca quedó en el segundo lugar con un valor de U$S 3,5 millones.

Si hasta acá los números te sorprenden, preparate para conocer al número 1: por una botella de licor italiano D’Amalfi Limoncello Supreme diseñada por el maestro joyero canadiense Stuart Hughes se pagaron… ¡U$S 44 millones! En el cuello del envase se encuentran diamantes de 13 quilates. El packaging lo solicitó de forma personalizada una mujer italiana de la cual se desconoce su nombre.

Imágenes por: Cortesía